Corea del Sur
En junio, cuando el sol brillaba intensamente a principios del verano, preciosos invitados visitaron Corea. Era el 76.º Grupo de Visita del Extranjero, conformado por aproximadamente 150 jóvenes trabajadores de todo el mundo. Se reabrieron los vuelos, que habían estado cerrados durante años debido a la pandemia de la COVID-19. Desde el 2 de junio, los miembros de 37 países ingresaron en el Aeropuerto Internacional de Incheon, comenzando con los miembros de Centroamérica y Sudamérica. La mayoría de ellos visitaban Corea por primera vez. Como llegaron a Corea, estaban emocionados y esperaban pasar un tiempo en la tierra santa del evangelio donde vinieron nuestro Padre y nuestra Madre espirituales.
La Madre les dio una cálida bienvenida a los que volaron finalmente a sus brazos como nubes y como palomas. La Madre elogió a los miembros por sus esfuerzos para salvar almas guardando su fe a pesar de sus apretadas agendas de trabajo, y expresó su amor sincero diciendo repetidamente: “Estoy feliz de estar con ustedes”. Los jóvenes se sintieron muy fortalecidos por el ánimo de la Madre, quien les decía que recibieran la bendición del Espíritu Santo para que se convirtieran en grandes obreros del evangelio y completaran la evangelización mundial trabajando para la salvación de las almas con compasión por los demás, como el buen samaritano.
Los miembros del grupo de visita compartieron diversas actividades y métodos que habían practicado en los lugares de trabajo para un futuro brillante para la humanidad y la conservación del medio ambiente, a través de varios eventos y conferencias, principalmente en la Conferencia Mundial de Liderazgo para Jóvenes 2023, y discutieron las visiones y direcciones para la evangelización mundial. Ampliaron sus horizontes y obtuvieron entendimiento espiritual visitando el Museo de Historia de la Iglesia de Dios, la Exhibición “El Sincero Corazón del Padre”, el Palacio Gyeongbokgung, la Casa Azul, el acuario, etc., y también visitaron las iglesias locales para desarrollar el compañerismo con los miembros coreanos. La Madre se hizo cargo de las camas y la comida de los miembros del extranjero que habían venido de diferentes ambientes, los animó en todo momento y comprobó si estaban cansados o no debido a su ajetreado itinerario.
Los miembros que completaron el programa de manera segura gracias al amor y la preocupación de la Madre regresaron a sus países de origen recordando sus metas y visión del evangelio, y su resolución como líderes jóvenes. El hermano Siddhart Jondhle de Viman Nagar, Pune, India, manifestó: “Después de recibir la verdad, obedecí la palabra de Dios y siempre pedí sabiduría y fuerza. Me convertí en líder del evangelio y me ascendieron en mi lugar de trabajo. Con una fe madura pondré en práctica la voluntad de Dios”. La hermana Melissa Ferrel, de Trujillo, Perú, dijo: “Era el momento de ganar fuerza después de comprender cómo los jóvenes podían cambiar el mundo y qué metas necesitamos establecer en nuestra vida. Correré hacia el cielo y predicaré las buenas nuevas de salvación a las personas de todo el mundo”.