La palabra “pasión” significa un fuerte deseo de cumplir algo. Viene de la palabra latina pati, que significa sufrimiento o perseverancia. Por eso, el verdadero significado de pasión está activamente relacionado con sufrir y no retroceder cuando enfrentamos una dificultad en el camino a alcanzar una meta.
El entusiasmo, otro sinónimo de pasión, también tiene un profundo significado. Zig Ziglar, un exitoso escritor y orador motivacional de Estados Unidos, dijo: La palabra “entusiasmo” proviene de las palabras griegas ‘en’ [en] y ‘theos’ [Dios]. Las últimas letras de entusiasmo forman un acróstico, I-A-S-M [‘enthusiasm’ en inglés], que se puede interpretar como ‘I Am Sold Myself’ [estoy vendido propiamente]. Si usted confía en Dios, que está en usted, no habrá nada que temer y podrá conseguirlo todo.”
Los que tienen entusiasmo en el evangelio, tampoco tienen temor ni se desaniman ante las aflicciones, por el contrario, las manejan con fuerza y valor. Ellos avanzan no por sus propios pensamientos y obstinación, sino por el poder de Dios que obra en ellos.
La “pasión” nos permite dedicarnos al evangelio confiándolo todo a Dios, sin importar qué sufrimientos nos acontezcan. Si usted todavía no tiene pasión, aún no es tan tarde. Tenga pasión por el evangelio y emane su poder. Entonces sin duda se repetirá la historia de la iglesia primitiva, que logró un sorprendente éxito en la predicación.