Una compañía de alimentos en los Estados Unidos pidió a un experto en psicología del consumidor que encontrara el sabor perfecto de una salsa para pasta. Era encontrar el mejor sabor, “el punto de felicidad”, como cualquier otra compañía de alimentos trata de averiguar. El “punto de felicidad” se refiere a la concentración óptima en la que la combinación de ingredientes en la comida alcanza el punto máximo de satisfacción sensorial.
El experto preparó 45 tipos de salsas, como picante, dulce, agria y salada, e hizo que la gente las probara. Como resultado del experimento, no hubo ningún sabor que tuviera una puntuación más alta que los demás. La conclusión fue: “No existe una salsa perfecta para pasta en el mundo. Solo hay varios tipos de salsa”. Aceptando la sugerencia del experto, la compañía de alimentos dejó de producir un solo producto y comenzó a vender una variedad de salsas que podían satisfacer las preferencias de muchas personas. En realidad, esta compañía de salsa para pasta solía vender menos, pero después de eso se convirtió en el número uno del mercado.
Así como las personas tienen diferentes gustos, también tienen diferentes personalidades y preferencias. Nadie es perfecto. Cuando entendamos esto y nos acerquemos a los demás, podremos llevarnos bien con varias personas.