La bendición de Jacob

Génesis 32

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Después de recibir la bendición de la primogenitura de su padre Isaac, Jacob huyó de la ira de su hermano Esaú y permaneció en la casa de Labán, el hermano de su madre, trabajando para él. Luego, decidió regresar a su pueblo, pero tenía temor de que su hermano estuviera molesto con él. Por eso, justo antes de regresar a Canaán, envió mensajeros adelante para averiguar la situación. Cuando ellos regresaron, dijeron que Esaú estaba viniendo para encontrarse con él con 400 hombres. Jacob tenía mucho temor, y oró seriamente para que Dios lo ayudara a regresar a su casa seguro, como él le había prometido.

Esa misma noche, Jacob tomó a toda su familia con todas sus posesiones y pasó el vado de Jaboc delante de él. Cuando se quedó solo, un varón se le apareció. Jacob luchó con el varón hasta el amanecer. Cuando el varón vio que no podía con Jacob, tocó el sitio del encaje del muslo1 de Jacob, y descoyuntó su muslo. Sin embargo, Jacob no lo dejó ir.

1. Encaje del muslo: Hueso del muslo, que se extiende desde la pelvis hasta la rodilla, que es el hueso más largo de nuestro cuerpo. Podemos imaginar lo doloroso que habrá sido para Jacob que el encaje de su muslo fuera dislocado.

“Déjame, porque raya el alba.”

“No te dejaré, si no me bendices.”

La actitud de Jacob era muy decidida.

“¿Cuál es tu nombre?”

“Jacob.”

“No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel2; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.”

2. Israel: Significa “el que luchó con Dios y prevaleció”.

Tenemos que vestirnos de las bendiciones de Dios a fin de terminar nuestro viaje de fe seguros, en medio de toda clase de obstáculos y tentaciones, justo antes de entrar en el reino de los cielos. Hasta recibir las bendiciones, soportemos pacientemente sin importar qué sufrimientos nos ocurran, como Jacob que pidió seriamente a Dios su bendición soportando incluso el dolor extremo del descoyuntamiento de su muslo.

La perseverancia crece con la esperanza en el cielo. Para los que anhelan el cielo sinceramente, y tienen paciencia para vencer cualquier sufrimiento, las bendiciones de Dios vendrán y la puerta del glorioso reino de los cielos se abrirá.