Culto Conmemorativo del Día de Ascensión y Gran Asamblea del Día de Pentecostés 2025

Aquellos que buscan con fe, renacen por el Espíritu Santo y salvan al mundo

junio 8, 2025
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El 29 de mayo, aproximadamente 7800 Iglesias de Dios en todo el mundo llevaron a cabo el Culto Conmemorativo del Día de Ascensión. El 8 de junio, se celebró el Día de Pentecostés en todo el mundo.

Tal como indica su nombre, el Día de Ascensión conmemora la ascensión de Jesucristo y se celebra cuarenta días después del Día de Resurrección. Después de presenciar la ascensión de Jesús, los miembros de la Iglesia primitiva se reunieron y se dedicaron a la oración. Después de diez días, en el Día de Pentecostés, recibieron el Espíritu Santo. El descenso del Espíritu Santo de la lluvia temprana marcó un punto de inflexión en la difusión del evangelio del nuevo pacto más allá de Israel, a todas las naciones del mundo (Hch 1:6-15, 2:1-11).

Los miembros de la Iglesia de Dios de todo el mundo participaron en estas fiestas sucesivas con el deseo de recibir las bendiciones del Espíritu Santo, aún mayores que las de la Iglesia primitiva, y de anunciar prontamente las buenas nuevas de salvación a toda la humanidad.

Día de Ascensión: el Espíritu Santo obra a través de la oración

El día cuarenta después de que los israelitas salieran de Egipto y cruzaran el mar Rojo, Moisés subió al monte Sinaí según la orden de Dios. Este acontecimiento era una sombra de que Jesús ascendería al cielo cuarenta días después de su resurrección, afirmando para los santos del Nuevo Testamento la esperanza de que ellos también resucitarían y ascenderían como Jesús (Ex 19:1-6, 10-11, 24:15-16, 1 Ts 4:16-18, He 9:14-15).

La Madre celestial oró para que la esperanza y la bendición de la ascensión, que Cristo mismo ejemplificó, se extendieran hasta Samaria y lo último de la tierra, llenando de gozo la vida de toda la humanidad. También pidió que sus hijos, orando con un solo corazón, se enfocaran más en la palabra de Dios y, unidos en amor, se esforzaran por difundir el evangelio. Asimismo, pidió cumplir la obra del evangelio bajo la bendición del Espíritu Santo, siete veces mayor que la que se permitió hace dos mil años.

El Primer Pastor Kim Joo-cheol explicó el origen y el significado del Día de Ascensión tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, enfatizando el poder de la oración y la fe. Recordó: “Los miembros de la Iglesia primitiva se dedicaron a la oración según el mandato de Jesús y recibieron el Espíritu Santo en el Día de Pentecostés”. Y continuó: “Creamos que si oramos, Dios sin falta responderá. Pidamos los dones del Espíritu Santo y, por el poder de Dios, sembremos la esperanza de la ascensión en aquellos que llevan una vida vacía. Si nos esforzamos con oración incesante, Dios cumplirá nuestro deseo de predicar el evangelio a ocho mil millones de personas del mundo” (Mt 7:7-11, Mr 9:23-29, 1 Ts 5:15-18, Stg 1:5-6, Dt 4:7).

Después del culto, la Madre celestial bendijo nuevamente a los miembros: “Durante las fiestas, el Padre concede respuestas con bendiciones aún mayores. Por tanto, oren con fervor para recibir abundantemente el Espíritu Santo de la lluvia tardía y que se cumplan todos los deseos que anhelan”. Los miembros grabaron profundamente las lecciones de la Madre en sus corazones y participaron de la semana de oración con sincera devoción. La Madre oró sin cesar día y noche, dando un ejemplo sincero, anhelando que cada oración y deseo de sus hijos fuera respondido por el Espíritu Santo.

Gran Asamblea del Día de Pentecostés: las bendiciones del Espíritu Santo y la pasión por el evangelio

Los miembros de todo el mundo se prepararon para el Día de Pentecostés orando por diez días, de madrugada y de noche, pidiendo las bendiciones del Espíritu Santo. El Día de Pentecostés se llamaba Fiesta de las Semanas en el Antiguo Testamento, y conmemoraba el hecho de que Moisés subió por primera vez al monte Sinaí para recibir los diez mandamientos, en el día cincuenta después de cruzar el mar Rojo. En el Nuevo Testamento, Jesús ascendió al cielo cuarenta días después de su resurrección, y en el día cincuenta, derramó el Espíritu Santo de la lluvia temprana sobre la Iglesia primitiva. El libro de Hechos registra el crecimiento explosivo de la Iglesia primitiva después del Día de Pentecostés, ya que miles llegaron a creer en Jesús como el Cristo, incluso en un día (Hch 2:37-41, 4:1-4, 6:7, 19:20).

Ese día, la Madre celestial oró para que sus hijos fueran revestidos con el Espíritu Santo de la lluvia tardía, renacieran con una fe más madura y, al igual que las águilas que se elevan en el cielo, avanzaran con fuerza hacia el mundo para proclamar las buenas nuevas de salvación a todas las personas. El Primer Pastor Kim Joo-cheol dijo: “Aunque no fue fácil predicar acerca de Jesús a los judíos que habían adorado a Jehová durante miles de años, los apóstoles predicaron audazmente después de recibir el Espíritu Santo”. Y añadió: “Hoy, innumerables personas en todo el mundo están esperando escuchar las noticias de salvación. Dios nos ha dado la oportunidad de salvar a la humanidad. Prediquemos acerca de los Salvadores de esta época, el Espíritu y la Esposa, con ferviente devoción” (Mt 28:18-20, Mr 16:15-16, 2 Ti 4:1-8, Ap 22:17-19).

La Madre celestial una vez más animó a los miembros, diciendo: “Muchas personas llevan una vida cansada y sin esperanza. Guiémoslas con compasión a Sion, el lugar de salvación, y emprendamos un movimiento del Espíritu Santo para compartir la ciudadanía del cielo”.

Creyendo que todas sus oraciones han sido respondidas a través de las bendiciones del Espíritu Santo, los miembros resolvieron difundir el mensaje de salvación, que el mundo espera, con una mayor fuerza y celo.