
Ha pasado mucho tiempo desde que las máquinas reemplazaron a los humanos en diversos tipos de trabajo. Ahora, parece que los robots humanoides pronto trabajarán con las personas como sus compañeros de trabajo.
Un equipo de investigación de la Universidad de Salzburgo realizó un estudio desde varias direcciones sobre cómo los robots pueden interactuar mejor con los humanos. Programaron a uno de los robots para que cometiera errores, como no entender lo que dice un compañero de trabajo y pedirle que repitiera lo que acababa de decir o que dejara caer lo que tenía en la mano. Luego, las personas que trabajaron con los robots para la investigación dieron una evaluación más positiva del robot que cometió errores que los robots impecables, e incluso lo consideraron más confiable. La impresión que da un “robot” es la de ser perfecto y minucioso. No obstante, cuando el robot mostraba defectos, la gente se sentía más cercana a él.
Los puntos débiles o los defectos a veces producen efectos positivos. Cuando alguien muestra perfección sin defectos, otras personas toman precauciones y se sienten reacios a exponer sus propios defectos. Sin embargo, cuando muestra defectos, la gente pierde la precaución y se siente cómoda con esa persona. Los defectos pueden acercar a los demás, ayudarlos a cubrir lo que le falta a la otra persona y tener un sentimiento cálido el uno del otro.