“No comeré más por la noche, a partir de mañana.”
“Leeré al menos una hora todos los días a partir de la semana que viene.”
“Empezaré a hacer ejercicio a partir del próximo mes.”
A veces tomamos la decisión de hacer algo, pero no lo ponemos en práctica de inmediato. El pensamiento de que no tiene ganas de hacerlo en este momento, pero que será fácil comenzarlo más tarde, aviva el retraso de la acción. No obstante, si lo pospone, es más probable que lo posponga nuevamente cuando llegue el momento en que decidió hacerlo. Así, incluso la decisión que tomó al principio se vuelve vaga.
Sin importar qué tan resuelto esté, el solo hecho de tomar una decisión no cambiará nada. Para que una decisión se cumpla, debe hacer algo hoy en lugar de pensar: “¿Cuándo y qué debo hacer?”. A medida que se acumulan días como este, el mañana con el que sueña puede extenderse ante usted.
“El problema en mi vida y en la de otras personas no es la ausencia de saber qué hacer, sino la ausencia de hacerlo.” Peter Drucker, consultor de gestión estadounidense