La piel, la ropa perfecta

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En verano, la Sra. Stevens va a la playa. Es cegada con la calurosa luz del sol y gotas de sudor caen por su rostro, pero el mar azul y la arena de la playa frente a sus ojos son muy refrescantes. Se moja los pies descalzos en las olas y se siente feliz como una niña pequeña en las frescas olas que golpean sus tobillos. Le duele un poco cuando pisa un caparazón, pero un pequeño rasguño no le molesta. Puede disfrutar todo esto, gracias a las diversas funciones de la piel.

La piel, el órgano más grande del cuerpo humano

La piel es el órgano más grande y visible de nuestro cuerpo. Cuando se extiende, su anchura es entre 1,5 y 2 m2 y comprende aproximadamente el 8 % del peso del cuerpo. Hay unos 3 millones de células, 100 glándulas, 15 glándulas sebáceas y vasos capilares de cerca de un metro de longitud en una extensión de piel de 1 cm2, el tamaño de una uña. La piel a menudo se considera como una cubierta que envuelve nuestro cuerpo, pero en realidad es un órgano importante del cuerpo y puede ser fatal cuando más de un tercio se pierde por quemaduras u otros accidentes.

La piel se compone de epidermis, dermis y capa de grasa subcutánea que comienza en el exterior. La capa córnea en la superficie externa de la epidermis, que es lisa, duradera y resistente al agua, protege al cuerpo desde el exterior y evita que la piel se seque, previniendo que la humedad dentro de la piel se evapore. La capa córnea está formada firmemente con capas de corneocitos con lípidos que llenan los espacios entre las células, como ladrillos y cemento.

Debajo de la epidermis, hay un tejido conectivo denso y grueso llamado dermis. En la dermis, están enredados los vasos sanguíneos que suministran oxígeno y nutrientes a las células de la piel, las redes nerviosas que se extienden como telarañas, numerosas glándulas sudoríparas, folículos que producen cabello, etc., llevando a cabo su respectivo trabajo. Mientras que la epidermis protege a la piel al frente, la dermis mantiene la piel sana y sirve para comunicar y controlar información sobre el entorno externo.

Debajo de la dermis hay un tejido adiposo subcutáneo donde hay mucha grasa, y generalmente se desarrolla más en las mujeres que en los hombres. Además de la función de acumular grasa para generar energía, también protege al cuerpo del frío y absorbe golpes externos, por lo que es más fácil que las personas con menor tejido adiposo subcutáneo se rompan los huesos al caerse.

Es un hecho notable que las células epidérmicas se llenen de células nuevas a lo largo de toda su vida. El período de vida de las células epidérmicas es de 28 días. Cuando las células se forman en la epidermis, se trasladan hacia la capa córnea y luego se desprenden como caspa; ese es su período de vida. A la edad de setenta años, la piel se ha reemplazado unas 850 veces. De esta manera, el cuerpo humano cambia a una nueva ropa frecuentemente en el momento adecuado.

Aunque la piel se reemplaza constantemente, es la parte que sufre más que cualquier otro órgano del cuerpo. Es rasguñada, pinchada y golpeada. Sin embargo, no hay necesidad de preocuparse porque la piel tiene una buena máquina de coser. Cuando la piel se lastima, se activan las plaquetas y células inmunes llenando temporalmente la herida, causando una reacción inflamatoria para eliminar las bacterias y sustancias extrañas. Los fibroblastos que sintetizan colágeno se trasladan a la herida y producen un tejido conectivo que conecta los espacios en la piel. En el interior de este tejido conectivo, los vasos capilares y nerviosos también se restauran elaboradamente.

Función de la piel I: Sensación

La piel se irrita cuando recibe la picadura de un insecto, duele cuando se cae y se rasguña la rodilla, su rostro se ruboriza cuando se avergüenza y suda frío cuando está nervioso. Sentimos estas emociones con nuestra piel y las expresamos con ella. La piel no solo cumple el rol de un escudo para proteger al cuerpo del exterior, sino que también se involucra en nuestra vida cotidiana y expresiones emocionales.

Esto es posible gracias a la gran distribución de ramas de nervios sensoriales y receptores endoteliales de los nervios en la piel. Los receptores sensoriales incluyen receptores de temperatura que detectan calor y frío, receptores mecánicos que detectan presión y vibración, y receptores de dolor que transmiten dolor. Por ejemplo, cuando saca una bebida fría del refrigerador, los receptores mecánicos sienten la textura resbalosa de la lata y los receptores de temperatura sienten el frío.

Los receptores sensoriales especializados para cada sentido también son responsables de proteger al cuerpo mediante la transmisión de información sobre el entorno externo al sistema nervioso central. El receptor de temperatura que detecta el frío se concentra mayormente en la nariz y el oído. Primero detecta la temperatura externa y protege al cuerpo humano del frío. El receptor de dolor, que permite al cuerpo humano sentir dolor, actúa como una alarma para que el cuerpo pueda responder rápidamente ante una situación peligrosa.

En la punta de los dedos, los corpúsculos de Meissner se concentran más, para que los diversos sentidos táctiles se distingan con mayor precisión que cualquier otra parte del cuerpo. Por esa razón, los seres humanos pueden tomar un bolígrafo y escribir suavemente, o leer braille con la piel en lugar de los ojos. Las personas que saben leer braille pueden leer un libro a una velocidad de 100 palabras por minuto, lo que equivale a la velocidad de lectura en voz alta.

Función de la piel II: Regulador de la temperatura corporal

La piel también es un medio para el control de la temperatura corporal. Veamos los cambios que tienen lugar en nuestro cuerpo cuando hace frío. Debido a que la temperatura del ambiente es inferior a la temperatura corporal, el calor del cuerpo escapa de él y la temperatura corporal baja fácilmente. Con el fin de minimizar la pérdida de calor, los vasos capilares en la piel se contraen y los músculos erectores del pelo conectados al vello se retraen, causando piel de gallina y que el vello se erice.

Por otro lado, cuando hace calor, la piel libera calor hacia el exterior para bajar la temperatura corporal e inhibe la producción de calor en el cuerpo. Particularmente, el sudor juega un papel importante en el control de la temperatura corporal. Hay no menos de dos millones de glándulas sudoríparas en la piel humana que pueden producir una gran cantidad de sudor de hasta diez litros por día. Cuando la temperatura del cuerpo aumenta, la piel segrega sudor a través de las glándulas sudoríparas. Como el sudor se evapora, la temperatura corporal desciende a medida que se absorbe el calor.

Los seres humanos sudan más que cualquier animal y el cuerpo humano tiene mucho menos pelo en la piel en comparación con otros animales. Como resultado, los seres humanos pueden enfriarse eficazmente, ya que permiten que el sudor se evapore con mayor rapidez. La mayoría de las personas no consideran atractivo el sudor. No obstante, si todas esas glándulas sudoríparas no permitieran salir el sudor y enfriar el cuerpo, el cerebro humano, que es vulnerable a las altas temperaturas, perdería su función y la proteína en el cuerpo se desnaturalizaría.

Función de la piel III: Planta de producción de vitaminas

La piel se oscurece en el sol porque se producen más pigmentos de melanina. Cuando la piel está expuesta a los rayos ultravioletas, las células de melanina (melanocito) producen melanina. La melanina oscura es un protector solar natural que absorbe los rayos ultravioletas y evita que estos penetren profundamente en la piel.

La piel no solo funciona como un escudo para evitar los rayos ultravioletas, sino que también tiene una sorprendente capacidad para aprovechar la luz del sol en el cuerpo. Hay una expresión: “La luz solar es la mejor medicina para los huesos”, porque la piel produce vitamina al recibir la luz solar. Es la vitamina D, llamada “vitamina de la luz del sol”.

La vitamina D es una sustancia involucrada en el metabolismo de calcio y fósforo. Estos se forman a partir de la provitamina D de la piel mediante los rayos ultravioletas. Demasiada luz ultravioleta puede causar cáncer de piel, pero poca luz ultravioleta puede causar problemas en el sistema óseo porque no se puede sintetizar la vitamina D. Es bueno tomar suficiente luz del sol.

Como hemos visto hasta ahora, la piel es la ropa perfecta para proteger nuestro cuerpo y tiene diversas funciones como resistencia al agua, sensor de detección automática, termostato y protección UV. Esta prenda no se desgasta para siempre, sus costuras no se rompen y es solamente para usted.

Gracias al desarrollo de la ciencia, hay robots humanoides que caminan sobre dos pies y leen libros y también robots con inteligencia artificial, aunque todavía están en una etapa inicial. Aun así, están lejos de los humanos. Una de las diferencias es la piel. Un robot poderoso que lleva cientos de kilogramos de placas de hierro, no puede usar los palillos hábilmente ni sostener los pétalos de rosa suavemente. Los seres humanos pueden hacer esas delicadas tareas porque tienen una piel con sentidos elaborados, elasticidad natural y flexibilidad. Hacer un robot que pueda sostener suavemente una mariposa, acariciar a un perro y compartir calidez estrechando las manos como los seres humanos, es tan difícil como hacer un robot que tenga las mismas emociones e inteligencia que ellos.

Recientemente, los científicos están desarrollando una piel artificial biomimética que se puede aplicar a los robots, pero hay muchos desafíos que resolver hasta que la estructura elaborada y económica de la piel se haga como la piel humana con el espesor de solo unos pocos milímetros. Indudablemente somos afortunados de haber nacido usando la ropa perfecta llamada piel.

Referencias
Nina Jablonski, Skin: A Natural History, University of California Press, 2013
Gwon O-gil, Viaje a través del cuerpo humano (en coreano, 인체기행), Jiseongsa, 2010
Park Tae-jin, Protesta del sudor: ¿Dijo que el verano es un invitado no deseado? (en coreano, 여름의 불청객이라고? ‘땀’의 항변) KISTI’s Science Scent, 1 de agosto de 2012