
En la dinastía Joseon, las mujeres casadas apenas podían visitar a sus padres. En ese tiempo, cuando una hija se casaba ya no era miembro de su propia familia y debía convertirse absolutamente en miembro de la familia de su esposo.
A tales nueras se les permitía viajar un día para ver a sus padres cerca del Chuseok, un festival de otoño, después de una temporada de cultivo atareada. Pero alojarse fuera de casa no era considerado aceptable para las mujeres. Lo peor era que si sus padres vivían lejos, les resultaba difícil regresar a casa el mismo día. Es por eso que tenían un banbogi. Banbogi era la costumbre de que las hijas casadas se encontraran con los miembros de su familia, incluyendo su madre, en el punto medio entre las dos aldeas. Esperando el bangogi, las mujeres preparaban exquisiteces especiales para un pícnic con sus familiares a quienes habían extrañado mucho tiempo. Puesto que tenían que regresar a casa antes del atardecer, era un momento bastante afectuoso.
Ban significa “mitad” y bogi significa “ver”. También se dice que el bangogi fue nombrado así porque las hijas casadas solo podían ver a la mitad de sus familiares o ver la mitad del rostro de sus madres debido a las lágrimas cuando se estaban marchando.
En aquellos días en que las mujeres no podían salir libremente y los medios de comunicación no estaban desarrollados, el banbogi era una partida triste que consolaba el anhelo de las mujeres por su familia y la dura vida de casadas en la casa de sus suegros.