¡El bien y el mal, la verdad y la falsedad, la luz y la oscuridad, la alegría y la tristeza! Si le gusta uno, tiene que disgustarle el otro. Sin embargo, hay una relación en la que deben gustarle ambos: usted y yo, el elogio y la reprensión, el éxito y el fracaso, y lo alto y lo bajo.
Si usted se sacrifica por los demás, su vida será alegre; si guarda la reprensión en el corazón y cambia, será elogiado después; el fracaso se convierte en la base del éxito; si se vuelve humilde, será enaltecido por los demás.
Usted, el reproche, el fracaso, la humillación… Podrían parecer cosas que son difíciles de hacer nuestras, pero si las aceptamos, serán cosas valiosas que nos convertirán en gemas.