En la época de la dinastía Chosun de Corea, la familia Choi de Gyeongju vivía opulentamente en una mansión que abarcaba 99 habitaciones, 100 sirvientes y un almacén que podía almacenar 800 sacos de arroz de 144 ㎏. Hay un refrán que dice: “Las familias adineradas pierden sus fortunas en tres generaciones”, porque la segunda o tercera generación a menudo despilfarran la riqueza de sus padres ganada arduamente al poseerla sin ningún esfuerzo. Sin embargo, la familia Choi mantuvo una buena reputación como millonaria en el curso de 300 años y 12 generaciones. ¿Cuál fue el secreto?
La familia Choi tenía un lema familiar profundamente arraigado compuesto por seis reglas: “Puede ser un funcionario, pero no postule a un puesto superior a Jin-sa1. Retribuya a la sociedad si tiene más de 10 000 sacos de arroz. No compre la tierra el año de una mala cosecha. Dele a un viajero una cálida hospitalidad. Que nadie que viva dentro de un radio de 40 km muera de hambre. Deje que su nuera use ropa de algodón simple durante tres años después del matrimonio”.
1. Jin-sa: persona que solo ha aprobado el primer examen para el cargo en la dinastía Chosun
La familia Choi siempre vivió con frugalidad y ayudó generosamente a los viajeros y a sus vecinos necesitados en lugar de vivir con extravagancia. El secreto de permanecer como una familia de prestigio durante mucho tiempo fue la idea sabia, la virtud con buenos ejemplos y estrictas enseñanzas que sus antepasados transmitieron en lugar de la riqueza en sí.