Los que fallecen o resultan heridos tratando de salvar una vida en peligro o en desastre, aunque no era su responsabilidad, son considerados justos.
Algunos se hicieron famosos, como Lee Soo-hyeon, que salvó a alguien que se cayó a las vías en la estación de tren subterráneo, y Ahn Chi-beom, que corrió hacia un apartamento en llamas y ayudó a los residentes a escapar, tocando timbres para avisarles. Nimal, de Sri Lanka, que se quemó mientras salvaba a un vecino de edad avanzada de un incendio en su casa, también es considerado justo.
Esas personas son recordadas como justas durante mucho tiempo. Es imposible que uno arriesgue su propia vida para salvar a otros en una situación tan urgente sin tener un coraje excepcional. En este mundo, ¿qué es más notable que salvar la vida de otro? Su noble espíritu de sacrificio sirve como un ejemplo para muchas personas, y ayuda a que el mundo sea un lugar mejor.