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“Si critica una idea cada vez que se le ocurre, ya sea buena o mala, nunca obtendrá un buen resultado”. Tom Monahan, Think Different (Pensar diferente), 2009, Magellan Press
Es muy frágil. Es sensible a las burlas o las críticas, y hasta con solo ver un ceño fruncido, morirá por preocuparse mucho. Sin embargo, si lo cultiva bien, sucederán cosas increíbles. Algo nuevo llega a existir en el mundo y, a veces, hace que lo que ya iba bien sea aún mejor. ¿Qué es? Es una idea.
Una empresa de diseño de fama mundial tiene una regla. Si alguien dice algo negativo para desalentar la creatividad, como: “Esto no funciona”, o: “Ya lo hice, pero…”, es multado por sus palabras negativas. En cambio, si no están de acuerdo con la idea, pueden decir: “¿Hay alguna forma de mejorarlo?”, o: “¿Qué podemos agregar para mejorarlo?”. Hacen preguntas para conservar el flujo de ideas sin interrupciones y mantener el ritmo.
Los consultores en el Reino Unido, que son coautores, sugieren el “Invernadero” como una forma de sacar buenas ideas. Consiste en observar y desarrollar ideas mientras las protege cuidadosamente como si fueran brotes jóvenes.
No hay idea que sea perfecta desde el principio. Cuando deshace la razón por la que no funciona y encuentra la razón por la que funciona y la compensa poco a poco, la idea echa raíces, estira un tallo, echa ramas y hojas, y finalmente da fruto.