Cómo mantener su primera resolución

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Hace mucho tiempo, un rey pasaba por una aldea rural. En su camino, se encontró con un joven pastor que no tenía codicia y era diligente, y lo tomó como su oficial. Como el pastor siempre era honesto al asistir al rey aun después de haber sido llamado, finalmente alcanzó la posición de primer ministro.

Ante esto, otros cortesanos sintieron celos de él. Todos estaban obsesionados con la idea de alejarlo, pero no le encontraban ninguna falta.

Un día, se enteraron de que él visitaba una vez al mes la casa en la que había vivido. Al saber que cada vez que iba allí abría una tinaja de la casa y miraba dentro de ella durante un tiempo, lo calumniaron ante el rey diciendo que estaba acumulando tesoros a espaldas del rey.

El rey, que confiaba en el primer ministro más que en nadie, llegó a la casa con los cortesanos, colocando al primer ministro al frente con el fin de revelar la verdad. Mientras los cortesanos observaban, el rey le ordenó retirar la tapa de la tinaja. El primer ministro la abrió sin decir palabra. En su interior, había ropa desgastada y una vara que usaba cuando era pastor.