En 1915, cuando la Primera Guerra Mundial estaba en pleno apogeo, la coreanoestadounidense de segunda generación, Susan Ahn, nació en Los Ángeles, California, EE. UU.
Cuando estalló la Guerra del Pacífico1, se ofreció como voluntaria para la Marina de los Estados Unidos, pero debido a su condición de asiática, no pasó la prueba para oficial. No obstante, volvió a intentarlo y así se convirtió en la primera mujer estadounidense de origen asiático en ser oficial de la Marina de los Estados Unidos. Incluso después de convertirse en oficial, se le excluyó de la tarea de descifrar códigos durante seis meses, solo por ser asiática. Sin embargo, después se reconoció su capacidad y se convirtió en la primera experta asiática en criptoanálisis de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.
1. Guerra entre Japón y los Aliados de 1941 a 1945. Como parte de la Segunda Guerra Mundial, comenzó con el ataque sorpresa de Japón al Pearl Harbor y terminó con la rendición incondicional de Japón.
La razón por la que eligió por sí misma el lugar donde el racismo y el sexismo eran graves, era seguir la voluntad de su padre que luchó contra Japón. El padre de Susan fue Ahn Chang-ho, quien se dedicó a la independencia de Corea durante la ocupación japonesa. Cuando su primera hija Susan tenía once años, se fue a China para entregar fondos de independencia al Gobierno Provisional de Corea en Shanghái, y no pudo regresar con su familia.
“Sé una gran estadounidense, pero no te olvides del espíritu de los coreanos.”
En una difícil situación espiritual y económicamente debido a la ausencia de su padre, Susan Ahn luchó contra la discriminación y los prejuicios manteniendo la voluntad de su padre en su corazón. En 2015, el Condado de Los Ángeles declaró el “Día de Susan Ahn Cuddy” el 10 de marzo, que era el aniversario de la muerte de Ahn Chang-ho.