Si deja atrás las preocupaciones, la felicidad está por delante

No puede resolver nada con solo preocuparse. Deje ir las ansiedades y preocupaciones innecesarias y viva con alegría.

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En la antigua China, había una persona que estaba llena de preocupaciones. Ni siquiera podía dormir, comer o salir de casa, preocupado de que el cielo se derrumbara y la tierra cayera.

Todos sueñan con una vida sin preocupaciones, pero en realidad viven preocupados y con temores innecesarios. Sucede lo mismo tanto para niños como para ancianos. No es exagerado decir que la vida es una continuación de preocupaciones: el grado escolar, la salud, las relaciones humanas, el empleo, el matrimonio, la crianza de los hijos, el apoyo a los padres ancianos, la preparación para sus últimos años, etc. Los que son físicamente débiles se preocupan por su debilidad, y los que son saludables temen perder la salud. Si no son felices, están ansiosos por serlo; si son felices, temen que su felicidad no dure mucho. Como dice el refrán coreano: “El que tiene mil sacos de arroz, tiene mil preocupaciones, y el que tiene diez mil sacos, tiene diez mil preocupaciones”, todos tienen sus propias preocupaciones sean pobres o ricos.

La preocupación es un invitado no deseado en nuestra vida. Entonces, ¿por qué siempre nos sigue? Es debido al temor de un futuro incierto y debido a la ansiedad de que nuestra esperanza no pueda lograrse, en comparación con nuestro gran entusiasmo. A veces, demasiado afecto y amor por otra persona conduce a la ansiedad. Cualquiera que sea la razón, hay una mentalidad negativa profunda en la emoción llamada preocupación; los pensamientos negativos de que algo malo ocurra, causan ansiedad.

A medida que la estructura social se vuelve más complicada y los accidentes e incidentes grandes ocurren con frecuencia, en comparación con el pasado, cuando la rutina diaria era regular y monótona, se ha hecho más difícil predecir lo que ocurrirá en el futuro. Como resultado, la ansiedad y las preocupaciones de la gente van en aumento. Entonces si se preocupan, ¿ayudará aunque sea un poco?

La preocupación bloquea la felicidad

La preocupación no es más que una ansiedad sin fundamento, y en muchos casos rara vez ocurre. Aunque suceda, el problema no puede resolverse simplemente preocupándose de antemano. Si no ocurre nada, aunque se preocupe, creerá que se resolvió gracias a su preocupación, pero no es más que una ilusión.

Un refrán tibetano dice: “Si las preocupaciones desaparecen solo por preocuparse, no habrá ninguna preocupación”. El pedagogo Leo Buscaglia afirmó: “La preocupación nunca despoja al mañana de su pena, sino que solo priva el hoy de su alegría”. Aunque usted tenga en mente preocupaciones como: “¿Y si mis calificaciones bajan?”, “¿Y si me despiden?”, “¿Y si mi hijo se equivoca?”, nada puede cambiar. Solo estará lleno de preocupaciones en su rostro y en su mente.

Demasiada preocupación conduce a altibajos emocionales y prisas debido al estrés. Inmerso en sus propios deseos y temores, olvidará fácilmente los problemas de los demás. Daniel Goleman, autor de Social Intelligence, dijo: “Mientras mayor ansiedad sintamos, más afectada resulta la empatía con los demás”.

Así como dicen que las preocupaciones también son una enfermedad, el exceso de preocupación puede causar enfermedades como el trastorno de ansiedad generalizada, hipocondriasis, trastorno obsesivo-compulsivo, insomnio e incluso empeorar otras enfermedades. Según una investigación médica, el 80 % de las enfermedades gastrointestinales y el 60 % de las enfermedades de la piel tienen causas psicológicas, y resulta que las personas con mucha preocupación entre los pacientes con glaucoma, sufren dolor severo en los ojos y defectos en el campo visual. También hay un estudio que demuestra que la longitud del telómero de las mujeres con más preocupaciones se acorta, lo cual acelera su envejecimiento.

Así como un niño que tiene miedo de caerse será incapaz de dar pasos, si usted se preocupa primero, perderá la confianza y muchas oportunidades. No podrá hacer lo que debe hacer, y difícilmente tendrá éxito porque no se desafía por temor al fracaso.

“¿Un hombre virtuoso también tiene preocupaciones?” Ante la pregunta de su discípulo, Confucio dijo: “Un hombre noble disfruta de su voluntad antes de ocupar un cargo público, y después de ganarlo, disfruta del reinado. Por lo tanto, siempre está feliz sin tener un solo día para preocuparse en su vida. Pero un hombre minúsculo teme no obtener una posición antes de obtenerla, y una vez que la obtiene, se preocupa por perderla. Por lo tanto, está lleno de preocupaciones sin un día feliz en su vida”.

El enemigo de la felicidad es la preocupación y la ansiedad. No necesita perder su alegría y felicidad presentes por lo que no ha sucedido. Una vida libre de ansiedad es una vida exitosa y feliz.

Opciones sabias para lidiar con las preocupaciones

① Prepare y practique

Si está bien preparado, no tendrá que preocuparse. Mientras prepara un paraguas para la lluvia después de ver el cielo cubierto de nubes oscuras, si hace planes y se prepara para algo con antelación, las preocupaciones desaparecerán. Si se preocupa por su trabajo inestable, debe autodesarrollarse. Si se preocupa por su vejez, debe ahorrar dinero. Si se preocupa por su salud, debe hacer ejercicio. Cuando va a una competición o hace una presentación frente a muchas personas, se llena de confianza según lo que haya practicado. Si come algo por la noche, diciendo: “Me preocupa que suba de peso”, o si se mete a la cama, diciendo: “Me estoy volviendo flojo. Es un gran problema”, entonces, ¿de qué servirá que se preocupe? Si tiene alguna preocupación, piense en qué hacer y póngalo en práctica. Entonces la preocupación ya no será un enemigo de la felicidad, sino una fuente de energía de crecimiento.

② Manténgase fiel al presente

Así como una piedra que rueda no acumula musgo y el agua corriente no se pudre, los que trabajan arduamente no tienen tiempo de preocuparse. Un corredor de maratón no se preocupa por cómo correr 42,195 kilómetros, sino que corre 500 metros y 1 kilómetro. Las buceadoras saltan al mar en el frío invierno porque también lo hicieron ayer.

La vida es un día a día de realización. Si se preocupa por el mañana, ¿por qué no piensa en el hoy? El hoy es el mañana por el que se preocupó ayer. Si vive diligentemente hoy, también puede hacerlo mañana. Si se mantiene fiel al presente, no se aferrará al pasado ni se lamentará en el futuro.

③ Piense positivamente

La gente piensa: “No habría ninguna preocupación si mi posición fuera más alta, si estuviera más saludable y si tuviera más propiedades”. Si se conceden sus deseos, ¿cree usted que todas sus preocupaciones desaparecerán? Sin duda habrá otras preocupaciones.

Si no está satisfecho ahora, no estará satisfecho después, sino que seguirá lamentándose por lo que le falta, aunque la situación cambie favorablemente. Al igual que la historia de una madre que tiene dos hijos —un vendedor de paraguas y un vendedor de zapatos de paja—, depende de su forma de pensar si lleva una vida de ansiedad constante o una vida llena de gratitud. Si es un problema que amenaza su seguridad, debe dudar y examinarlo. Pero si el problema proviene de su deseo de obtener más de su capacidad, entonces es mejor que elija estar agradecido y satisfecho.

④ Apoye y anime

Una encuesta muestra que lo que los hijos adultos detestan oír de sus familiares o parientes en los feriados son las palabras de preocupación: “¿Cuándo te casas?”, o: “¿Conseguiste empleo?”. Aunque es posible hacer estas preguntas con sinceridad, desde el punto de vista del oyente, puede parecer que lo considera patético.

Si los padres se preocupan demasiado por sus hijos, estos ni siquiera pueden confiar en sí mismos. Algunas personas identifican sus preocupaciones con interés y malinterpretan que los padres no tienen interés en sus hijos si no se preocupan por ellos. Pero si desea expresar su interés y amor, será mucho mejor apoyarlos y animarlos que preocuparse.

En la película animada El rey león, cuando el león, el personaje principal, pasaba momentos difíciles, sus amigos exclamaban: “¡Hakuna Matata!”, que es una frase en idioma suajili que significa: “No hay problema. Todo saldrá bien”. El león supera la adversidad y finalmente se convierte en el rey de la pradera.

⑤ Acepte el cambio de manera flexible

La gente tiene expectativas y emoción cuando se enfrenta a un nuevo entorno o un extraño, pero por otro lado, primero se preocupa. La vida es una continuación de cambios, como conseguir un nuevo empleo o ingresar en la escuela. Hay un tiempo para ir cuando hay tiempo para venir, y hay tiempo para la separación cuando hay tiempo para reunirse. No siempre debemos aferrarnos a lo que es familiar. Al igual que nuestra apariencia externa y nuestros pensamientos cambian a medida que pasa el tiempo, el entorno cambia y, a veces, pasamos por experiencias impensables.

Démosle la bienvenida a todo lo que está sucediendo en nuestra vida. Aunque nuestro plan no salga como queramos, si tomamos todas las experiencias de forma natural, se acostumbrará al sufrimiento y a las dificultades, y el temor y las preocupaciones por el futuro se desvanecerán.

⑥ Espere que pase

El psicólogo Ernie J. Zelinski escribió en su libro: “El 40 % de las ansiedades nunca se hacen realidad. El 30 % de las ansiedades son las que ya han sucedido. El 22 % de las ansiedades son solo preocupaciones menores. El 4 % de las ansiedades son las que no podemos controlar con nuestro propio poder o plan. Y solo el 4 % de las ansiedades son lo que podemos controlar con nuestro propio poder o plan”. Esto significa que el 96 % de las preocupaciones son innecesarias.

Aunque hay cosas que las personas pueden precaver, también hay muchas cosas que no se pueden controlar. Si es así, entonces es mejor esperar, pensando: “Esto también pasará”, en lugar de estar demasiado ansioso. Puede ser una oportunidad para el crecimiento después de pasar por ello. Si es un problema por resolverse, no necesita preocuparse al respecto; y si no se puede resolver, no tiene sentido preocuparse.

Hay un antiguo proverbio que dice: “Haz todos los deberes del hombre y espera la voluntad del cielo”. La Biblia dice: “No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”.

Al igual que caminar por la noche sin una lámpara, no podemos ni ver más allá de nuestra nariz. No es fácil vivir sin preocupaciones, porque no sabemos lo que sucederá pronto. Entonces, ¿podemos ser felices si tenemos el poder de prever el futuro? No. La esperanza desaparecerá con la preocupación, y nuestra vida se volverá aburrida.

Ya que no sabemos lo que sucederá mañana, podemos esforzarnos y emocionarnos, esperando que algo maravilloso suceda. Asimismo nos calmamos y animamos unos a otros, diciendo: “No te preocupes. Todo saldrá bien”. ¡Entonces podremos recibir consuelo y alivio, creyendo en el poder de estas palabras cordiales!