Había una familia con cinco hijos. A la segunda hija le iba bien en la escuela y era elogiada por la gente a su alrededor. Sin embargo, estaba triste porque sus padres parecían no estar interesados en ella mientras que cuidaban bien de sus hermanos y hermanas. Entonces, un día, le preguntó a su mamá: “Mamá, ¿a quién ama más entre nosotros?”.
Entonces la madre respondió con una sonrisa tierna.
“Cuando tu hermano deambulaba durante la pubertad, lo amaba más a él, y cuando tuviste un época difícil después de discutir con tu amiga, te amé más a ti. Cuando tu hermano menor se cayó mientras manejaba la bicicleta y volvió a casa llorando, lo amé más a él. Cuando no pude comprar el juguete que tu segundo hermano quería, lo amé más a él. Y cuando corrí a la sala de emergencias con tu hermana menor porque tenía temperatura alta, la amé más a ella.”
Cuando un hijo está enfermo y atraviesa un momento difícil, los padres ponen más amor para compartir el dolor de ese hijo. Los padres siempre tienen presente al hijo enfermo, así que no hay ni un solo día que puedan vivir cómodamente.