Hay un reporte de investigación que muestra que quien reconoce lo valioso y significativo que es su trabajo, tiene un mayor nivel de satisfacción y de eficiencia en el trabajo que el que no lo reconoce. Un profesor de una universidad estadounidense reveló este hecho después de realizar una investigación en los empleados de una central telefónica que trabajan en la recaudación de fondos para los universitarios, y para los salvavidas en un complejo deportivo regional.
Los empleados de la central telefónica estaban desanimados debido a las respuestas desagradables de las personas que recibieron una repentina llamada que les recomendaba hacer una donación. Pero después de tener un breve encuentro con los estudiantes que habían recibido las donaciones por sus esfuerzos, se sintieron animados, además, el monto de las contribuciones se duplicó. En el caso de los salvavidas de un complejo deportivo regional, después de conocer los casos de los que fueron rescatados dramáticamente en situaciones de vida o muerte, participaron más tiempo en las labores de rescate.
Es natural evitar hacer algo que el entorno no reconoce, y se requiere más fuerza si lo comparamos con el sueldo. Sin embargo, si uno se da cuenta de que puede cambiar la vida de alguien y salvar una vida por medio de su trabajo, ya no serán importantes las respuestas del entorno y la recompensa dada por su labor.
La obra más valiosa del mundo es salvar las almas moribundas. Se necesitarán muchos esfuerzos hasta salvar un alma, y las miradas del mundo no serán agradables, pero cuando las almas reciban una nueva vida después de escuchar las noticias de la salvación y permanezcan en la verdadera felicidad, podremos tener un enorme gozo que no se puede cambiar con nada del mundo.
Siempre recuerden qué preciosa es la obra del evangelio que están cumpliendo como obreros del nuevo pacto, participando en la obra de la salvación de las almas.