Una carga que no es una carga

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Aproximadamente el 70 % de la carga que se importa o exporta en todo el mundo se transporta a través del océano. Los barcos son un medio de transporte que puede transportar la mayor cantidad de cargas a la vez. Hay barcos de todos los tamaños, desde barcos pequeños que pueden cargar con cientos de contenedores hasta barcos de gran tamaño que pueden cargarse con 24 000 contenedores.

No obstante, ningún barco, ya sea pequeño o grande, regresa vacío después de descargar toda la carga en su destino. Cuando un barco es liviano y su zona inferior no se hunde correctamente, el centro de gravedad se eleva, lo que hace que el barco sea más propenso a volcarse, y la hélice puede quedar expuesta por encima de la superficie, girando sin tracción. Para evitar este peligro potencial, llenan el depósito de agua instalado en el interior del barco con agua de mar antes de partir, la cual se denomina “agua de lastre”. Podría pensar que será mejor para el barco que se descarguen las cargas pesadas, pero de hecho, se necesita una carga para bajar el centro de gravedad del barco para navegar con seguridad sin perder el equilibrio.

Todos estamos tomando cursos en nuestras vidas como un mar abierto. En ocasiones tenemos cosas que parecen cargas. Sin embargo, esas cosas pueden ser el agua de lastre que nos impide temblar o caer en el viento salvaje y las olas del mundo.