Cosas que no deben ser pasadas por alto
Jang Dong-geon, desde Seúl, Corea

“No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.” 2 Cr 20:17
Josafat escuchó que los moabitas y los amonitas venían a hacerle la guerra. Él proclamó un ayuno para todo Judá y buscó la ayuda de Dios. Escuchando su oración, Dios les permitió obtener una victoria incluso sin luchar en la batalla y concedió la paz.
Mientras hacía cosas en Sion, me centraba solo en cómo hacerlo y a menudo me olvidaba de orar a Dios. Sin embargo, al leer estas palabras, me di cuenta una vez más de que la victoria depende únicamente de Dios. Lo mismo debe ser con la predicación. No podemos guiar ni un alma a Sion si Dios no le permite venir. Siempre me apoyaré en Dios y pediré su gracia.