Personas que marcan la diferencia

En abril de 2016, se produjeron fuertes lluvias que batieron récord en Houston. Cerca de 500 mm de lluvia derramada, que es el equivalente a seis meses de lluvia en Corea. En Greenspoint, localizada al norte de Houston, el agua subió hasta más de 30 cm, y empezó a llegar a los primeros pisos.

El primer domingo después de que ocurrió la inundación, más de sesenta miembros de la iglesia de Houston fueron a Greenspoint para las labores de recuperación por la inundación. Aunque pasó aproximadamente una semana después de lo sucedido, la obra de recuperación fue lenta. Los deshechos que fueron arrastrados con la lluvia estaban por todas partes, y había un olor desagradable en todas las casas debido al caluroso clima.

Los residentes, que apenas mantenían sus casas en donde todo quedó dañado, nos dieron gran acogida. Ellos necesitaban urgentemente ayuda para sacar los muebles de sus casas como los sofás o las alfombras, que se hicieron aún más pesados por la lluvia.

Hicimos los trabajos de recuperación cuadra por cuadra a lo largo de las calles inundadas. La luz solar de Houston es conocida por ser muy intensa. Pero continuamos trabajando sudando profusamente bajo el sol abrasador. Nuestros rostros y brazos se enrojecían mientras limpiábamos los deshechos bajo el sol.

Ese día, algunas emisoras de televisión vinieron a transmitir nuestras actividades. Una emisora dio la noticia de nuestro servicio voluntario en vivo. La noticia estaba en la portada de la página web del canal de televisión. Después de la transmisión, recibimos una llamada telefónica. Fue de un ciudadano que vio la noticia y quería entregar donaciones a nuestra iglesia.

Él vivía en el centro de Houston a unos treinta minutos de nuestra iglesia, pero él y su familia trajeron los artículos de socorro en su camión.

“No sabía dónde donar todos estos artículos que mi familia ha recaudado, sin embargo, tomé la decisión cuando vi la noticia el domingo en la noche. Recibí información de su iglesia de la emisora de televisión.”

Él y su familia también se conmovieron por nosotros que sinceramente expresamos nuestro agradecimiento y por la limpieza de la iglesia, y prometieron visitarnos de nuevo el siguiente Día de Reposo.

Nosotros también nos conmovimos. Comprendimos una vez más cuánto poder tiene practicar el amor al prójimo como Dios nos enseña, y tomamos la decisión de trabajar más fuerte para cumplir el rol de la sal y la luz de la comunidad.

“Se necesita un gran esfuerzo para cambiar la vida de alguien. La iglesia de estas personas ya hizo un cambio aquí.”

Estamos muy orgullosos de ser miembros de la Iglesia de Dios, que están realizando cambios en el mundo tal como dijo el periodista. Nuestros esfuerzos para cambiar las vidas de los demás continuarán.