La felicidad incómoda

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Si un equipo oponente comete un error en una competición atlética, si un jefe que me desagrada es reprendido por su superior, si un amigo del mismo grado marca mal las hojas de respuesta, si se revela la corrupción de un político con alta popularidad, o si murmuran de mi rival… podemos encontrar placer en estas cosas en lugar de sentirnos mal. Todos pueden haber experimentado esto.

El Dr. Richard H. Smith, profesor de psicología de los Estados Unidos, define el placer derivado de la desgracia de los demás como Schadenfreude. Afirma que esta es la naturaleza humana que proviene de la idea de que cuando las personas que nos rodean tienen mala suerte, nos vemos mejor. Por lo que recomienda que debemos abstenernos de él porque si esta mentalidad persiste, podemos desear la desgracia de otros e incluso tomar medidas directas para inducir al error.

Cuanto menor sea su autoestima, es más probable que se deje llevar por la sensación de superioridad y un complejo de inferioridad que provienen de la comparación con los demás. Por lo tanto, necesitamos la voluntad de buscar la felicidad en nosotros mismos y no en los demás, y tener la mente flexible como para prestar atención a la situación de desgracia de los demás y sentir empatía con ellos en lugar de culpar a la persona de la causa de la desgracia.