Los conflictos familiares a menudo son causados por palabras directas. Los oradores a menudo piensan que los consejos honestos y las indicaciones ayudarán a la otra persona, mientras que la persona que oye, a menudo se hiere o se estresa.
Un dicho judío dice: “Cien palabras duras de un extraño son soportables, pero una sola palabra desagradable de su amigo le duele profundamente”. Significa que la herida que recibimos de una persona cercana, dura mucho tiempo.
El consejo que ofende los sentimientos de la otra persona, solo deja cicatrices, no tiene mucho efecto. Pero si entiende a la otra persona y simpatiza con ella con interés en lo que dice, muchas cosas cambiarán. Es un tipo de amor dar consejos y señalar las deficiencias con sinceridad para la preciosa familia, pero el amor más grande es esperar con comprensión y explotar las cualidades de cada uno de ellos.
- Consejos
- Piense en la posición de la otra persona antes de dar un consejo.
- Examínese y vea si quiere dar consejos por afecto hacia la otra persona.
- No hable como si forzara al otro. (Ej.: “¡Cambie su manera!”)
- No culpe ni critique a la otra persona en público.
- Verifique el tiempo, el lugar y el estado de ánimo de la otra persona antes de hablar.
- No repita las mismas palabras dos o tres veces.
- No dé consejos con un estado de ánimo enojado.
- Persuada indirectamente en lugar de dar consejos.
- No dé consejos comparando con otros.
- Dé más elogios que consejos.
- Dé un buen ejemplo con sus actos.