Un trabajo valioso

Kim Tae-ho, desde Gwangyang, Corea

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En abril de 2020, con la esperanza de superar la COVID-19, participé en la “Campaña de Ánimo” realizada por ASEZ, el Grupo de Universitarios Voluntarios de la Iglesia de Dios. En la Campaña de Ánimo se entregan cartas de aliento y obsequios a aquellos que están agotados física y mentalmente por la COVID-19, y a los que luchan por erradicar el virus.

Primero, comunicamos nuestra voluntad de enviar obsequios de aliento a un centro de salud pública local. Luego escribimos las cartas de aliento y envolvimos los bocadillos, con la sincera esperanza de que esto brindara algo de consuelo y aliento al personal médico y a los funcionarios de prevención epidemiológica que están haciendo grandes esfuerzos por la salud y la seguridad de las personas.

Cuando visitamos el centro de salud pública con los miembros, los trabajadores con gruesos trajes de protección custodiaban el centro de detección bajo el sol abrasador. El solo hecho de verlos de lejos hizo que se nos hiciera un nudo en la garganta.

Poco tiempo después, el subdirector del centro de salud pública salió a darnos la bienvenida, diciendo: “Ustedes son los primeros estudiantes universitarios que realmente vinieron a entregar cartas de aliento y bocadillos. Muchas gracias”. Al escuchar eso, nos dimos cuenta de lo importante que es consolarnos y animarnos unos a otros en tiempos difíciles. También comprendimos que, aunque muchas actividades están restringidas, podemos seguir practicando las enseñanzas de la Biblia: “Amarás a tu prójimo”. Compartiremos con gusto el amor de Dios con quienquiera que necesite ayuda. Ese será el trabajo más valioso que podamos hacer.