Debido al calentamiento global, Kenia, conocida como un paraíso para animales salvajes, sufre una grave sequía. Los animales del Parque Nacional de Tsavo West, como elefantes, búfalos, antílopes y cebras, estaban en riesgo de morir por no beber agua. Pero un día, los grandes abrevaderos del parque nacional comenzaron a llenarse de agua. Decenas de animales vinieron y saciaron su sed, pero luego los abrevaderos completamente secos se volvieron a llenar una y otra vez. Fue gracias al “hombre del agua”.
“Hombre del agua” es el apodo del granjero Patrick Kilonzo Mwalua. Para los animales salvajes que padecen sed, conduce durante dos horas con más de 10 000 litros de agua en su viejo camión, casi todos los días. Cuando llega al parque nacional después de viajar por caminos accidentados, los animales se reúnen alrededor de los abrevaderos al oír el estruendo del camión. Calman su sed con el agua que les da y recuperan energías.
En realidad, él no tiene la obligación de entregar agua. Nadie lo culpará, aunque no lo haga. Sin embargo, lleva agua hasta allí, usando sus propios recursos. Sobre la razón por la que lo hace, el Sr. Mwalua dice: “Si no lo hago, morirán”.