Cuando compramos algunos productos, en caso de los productos simples, podemos seleccionarlos después de considerar algunas condiciones, pero en caso de los productos de alto precio, es difícil elegir. Para no causar pérdidas, consideramos mucho los beneficios de cada producto. Entre muchas cosas, la mayoría de las personas deciden comprar después de leer las opiniones y revisiones de los compradores acerca de los productos.
Con respecto a la salud, se considera con mucha más precaución y se escucha cuidadosamente a los que tuvieron alguna experiencia de ser curados, sobre qué hospital los cuidaba mejor y curaba bien la enfermedad.
El corazón de los que se preocupan por sus almas que están en un punto entre la vida y la muerte, es igual. Ellos quieren saber dónde está la verdad de la salvación y la bendición del reino celestial.
Podemos resolver esos asuntos. Somos los que han experimentado la asombrosa obra del Espíritu Santo cumplida en el nuevo pacto, los testigos de esta época que Dios estableció.
Hemos sido llamados por Dios primero. Nuestra misión es anunciar lo que hemos visto, escuchado y experimentado en la verdad. Prediquemos diligentemente la manera de recibir el perdón de pecados y la bendición de la vida eterna, y la forma de escapar de las plagas a las almas que están a punto de perder la vida por no escuchar la verdad.
Cuando predicamos, alguno escuchará, y cuando hay oyentes, también habrá creyentes (Ro 10:13-15). Aunque testifiquemos mucho la verdad, no es demasiado. Es porque detrás de esto, existe la obra de la salvación.
Nosotros, los que hemos experimentado la asombrosa obra del Espíritu Santo, somos los testigos de Dios Elohim.