
En una obra de construcción donde se iba a edificar una escuela, se organizó una asamblea antes de que empezara la obra. El director preguntó a los trabajadores: “¿Para qué trabajan?”. Uno de ellos respondió: “No tengo más razones que para comer y vivir”. Otro dijo con un suspiro: “Mi negocio fracasó y tengo que pagar mis deudas. Siento que muero cada día”. Las respuestas de los demás eran similares. En ese momento un trabajador dijo: “Yo trabajo por mi país”. Cuando todos los ojos se volvieron a él, habló con orgullo.
“Los niños, nuestra futura generación, cantarán, se ejercitarán y estudiarán en la escuela que estoy construyendo. Así que no solo estoy trabajando, sino que nutro sus talentos y contribuyo al desarrollo de mi país.”
El director lo recomendó a la autoridad superior para que le confiara una tarea más importante.
Puede participar en asuntos nacionales, aunque no trabaje directamente con la administración pública. Ya sea oficinista, agricultor, maestro o conductor, aquel que trabaja fielmente es un patriota porque el país se puede desarrollar cuando cada sector de la sociedad trabaja debidamente.
“¡La mejor manera de servir a su país es haciendo su mejor esfuerzo en su trabajo!” Mehmet Murat Ildan (escritor turco)