Corea del Sur
El 24 de noviembre, el Instituto de Formación Go&Come de Okcheon acogió un evento educativo dirigido a futuros jóvenes. Con más de 8000 asistentes, entre ellos estudiantes de último año de secundaria, sus padres, universitarios, jóvenes trabajadores, maestros orientadores y personal pastoral, el evento tenía como objetivo apoyar a los estudiantes en su transición de la adolescencia a la universidad o al mundo laboral.
Tras años de arduo esfuerzo para ingresar en una universidad o en el mundo laboral, los estudiantes suelen experimentar una sensación de liberación, seguida de incertidumbre y vacío. Cada año, la Iglesia de Dios los anima a prepararse para el futuro con valores correctos y las enseñanzas de Dios.
Al mediodía, en el culto, que era la primera parte del evento, la Madre celestial oró por los estudiantes, que habían dedicado su juventud a perseguir sus sueños y metas, para que se convirtieran en grandes talentos. Inspirándolos con la fe y valentía de figuras como Daniel y David, les transmitió: “Dios los ayudará, así que no tengan miedo y avancen con valentía hacia el futuro”. Además, en estos tiempos de desastres y conflicto, inculcó la visión de seguir el ejemplo de Dios, que es amor, y de guiar al mundo con palabras y acciones nobles y hermosas como el capullo de una flor (Ef 5:1-4).
El Primer Pastor Kim Joo-cheol pronunció un sermón titulado “Quienes se preparan para el futuro”, en el que expuso de manera concreta la visión de vida que deben adoptar los jóvenes que ingresan en la veintena. Los exhortó a ampliar su visión hacia el futuro prometido por Dios, en lugar de aferrarse a lo efímero del presente y fluctuar entre alegrías y tristezas pasajeras. Asimismo, los animó a guiar a la humanidad hacia la bendición a través del amor, la generosidad y el altruismo, siguiendo las enseñanzas del mejor Maestro, Dios (Ap 22:3-5).
El video de la conferencia especial resaltó la importancia de tener una visión en la juventud, presentando la misión encomendada a los jóvenes y las bendiciones que Dios les otorga. Además, brindó aliento a quienes pueden sentir incertidumbre o impaciencia al planificar su futuro. Los testimonios de los jóvenes mayores, que aprovecharon cada día con propósito a través de la Academia Bíblica Internacional para Universitarios (ABIU), la Academia Bíblica Internacional para Trabajadores (ABIT) y la Academia Bíblica Internacional para Militares (ABIM), participaron activamente en actividades altruistas, brindaron ayuda a comunidades en diversas partes del mundo y respondieron a la crisis climática, inspiraron una mayor expectativa en la etapa de juventud que les espera. Los vídeos de ánimo rebosantes de ingenio y alegría de los jóvenes veteranos provocaron risas entre los asistentes. Cuando los asistentes proclamaron su compromiso de aplicar lo aprendido, la Madre les brindó un aplauso de ánimo y los bendijo para que su futuro brillara como estrellas.
Ese día, frente al edificio principal del instituto de formación, se alinearon numerosos puestos de experiencias interactivas y gastronomía, preparados con esmero por jóvenes y sus padres. En la exposición de paneles, los jóvenes mayores presentaron los programas educativos y actividades de ASEZ (Grupo de Universitarios Voluntarios de la Iglesia de Dios) y de ASEZ WAO (Grupo de Jóvenes Trabajadores Voluntarios de la Iglesia de Dios). Con el deseo de que los futuros jóvenes pasaran su etapa universitaria y profesional de manera significativa y sin remordimientos, representaron con ingenio diversas actividades personificando a oficinistas y soldados de los años 90. Los puestos de comida, gestionados por miembros de las regiones de Daejeon y Chungcheong, atrajeron a numerosos visitantes. Se ofrecieron platos populares entre los jóvenes, como brochetas de salchicha y pastel de arroz, pollo con cebolla verde, panqueques y tteokbokki (pastel de arroz picante) con salsa rosada, lo que les brindó mucho ánimo.
Tras el evento, los participantes compartieron sus reflexiones. El hermano Sim Jeong-tae, de Geochang, quien se prepara para la universidad, comentó: “Al cumplir 20 años, me preocupaban más las relaciones interpersonales. Pero hoy he comprendido que, si practico el amor a través de palabras amables y buenas acciones como hijo de Dios, podré superar cualquier dificultad”. La hermana Baek Min-jeong, de Gwangmyeong, expresó: “Antes de este nuevo comienzo, sentía mucha presión, pero después del evento de hoy, he ganado confianza. Quiero desafiarme con valentía y hacer realidad mi sueño, confiando en Dios, que siempre está conmigo”.
Kang Ji-yeon, diaconisa de Asan y madre de un estudiante de último año de secundaria, compartió: “Veo que mi hijo ha crecido mucho, pero en mi corazón sigue siendo un niño. Como el mundo es difícil, siempre oro por él. Estoy agradecida porque la Iglesia lo ha guiado bien para que crezca con estabilidad”.
Con el respaldo de todos, los futuros jóvenes partieron del instituto con pasos firmes y una visión clara de su porvenir.