Encontrando a los hermanos llenos de pasión por la verdad

El estado de Arunachal Pradesh, India, está ubicado a 1100 km al este de Damak, Nepal. Su mayoría es la tribu Mishmu que ha estado viviendo allí desde hace mucho tiempo. Puede sentir que se encuentra en otro planeta cuando se enfrenta a su nuevo idioma, cultura y tradición.

En la época en que se predica la luz del evangelio en Samaria y hasta lo último de la tierra, este estado está siendo cultivado por un hermano que se mudó aquí para predicar a su familia y parientes. Los miembros de su familia comprendieron al Espíritu y la Esposa, los Salvadores de esta época, predicaron con valentía y guiaron muchas almas ansiosas por las palabras de la verdad a los brazos de la Madre celestial. La Casa-Iglesia guio muchos miembros preciosos, y ahora se ha convertido en la Oficina-Iglesia de Rohit bajo las bendiciones de la Madre celestial.

Para celebrar la Pascua con los miembros de la Oficina-Iglesia de Rohit, decidí hacer este viaje más largo de mi vida como un buen recuerdo de la obra del evangelio. Después del largo viaje de cinco horas en automóvil y otras veinticuatro horas en tren, llegamos a la Oficina-Iglesia de Rohit. Fue conmovedor cuando los miembros, que habían aceptado la verdad no hacía mucho tiempo, comprendieron el amor del Padre y la Madre celestiales y se reunían temprano en Sion para predicar el evangelio. Los miembros trataban de salvar siquiera un alma más antes de la Pascua; era muy hermoso.

Mientras predicamos con la determinación de encontrar a todos nuestros hermanos perdidos sin perder una sola persona, con un solo corazón, conocimos a un hombre llamado James. Aunque había asistido a una iglesia protestante durante siete años, había estado gimiendo de sed espiritual. Al enterarse de que tenemos a la Madre celestial, vino a Sion y estudió la Biblia hasta altas horas de la noche. Luego se convirtió en hijo de Dios de inmediato. Para nuestra sorpresa, predicó a su familia y parientes cuando regresó a casa.

Lleno de pasión por el evangelio, el hermano guio a sus parientes a Sion día tras día, olvidando el cansancio de su trabajo todo el día. Al ver al hermano grabar la palabra de Dios, diciendo “amén” en voz alta, pude sentir cuánto había estado esperando su alma a nuestro Padre y nuestra Madre celestiales.

Dios vio su hermoso corazón y le permitió guiar a sus dos hermanos menores a Sion. El día que dijo que los otros miembros de la familia también tenían que ser salvos, predicó la verdad separando un tiempo a pesar de su apretada agenda, y su madre y su hermana menor se convirtieron en miembros de nuestra familia celestial. Un día antes de regresar a Damak, el hermano predicó hasta el amanecer a su amigo, su yerno y vecinos a quienes aún no había predicado sobre la Pascua, y ocho personas fueron conducidas a la salvación al día siguiente.

No solo el hermano James sino también los otros miembros nuevos estudiaban la Biblia todos los días hasta altas horas de la noche a pesar de su cansancio después del trabajo. Al verlos, pensé que aquellos que nuestro Padre intentó encontrar cruzando montañas y ríos deben de ser como estos miembros. Llevan hermosos frutos con entusiasmo para mostrar incluso un versículo bíblico más que habían grabado en sus corazones, a pesar de no ser perfectos en la capacidad de dar testimonio de la verdad.

Dos semanas pasaron rápidamente y 22 miembros fueron bendecidos con una nueva vida. Creo que todo esto se hizo gracias a la interminable oración de nuestra Madre celestial. Doy gracias al Padre y a la Madre por permitirnos guiar a muchas almas a Sion durante este período corto pero lleno de gracia.