Esto es lo que sucedió en una conferencia. El instructor hizo que una persona de la audiencia se pusiera de pie durante la conferencia y dijo:
“Ahora le estoy diciendo una mentira. Usted es una persona positiva y tiene un fuerte sentido de responsabilidad. Tiene liderazgo y sentido del humor, por lo que agrada a la gente y ellos confían en usted”.
Cuando el instructor le preguntó cómo se sentía con el comentario, se rio y dijo que se sentía bien.
El cerebro humano activa la parte que controla el placer cuando la persona es elogiada. Sin embargo, el mismo fenómeno ocurre en el cerebro cuando la persona reconoce claramente que el elogio es falso, como en el caso anterior. Del mismo modo, si dice una mala palabra a alguien más, aunque no sea cierto, la persona que lo escucha puede disgustarse.
Así, nuestro cerebro está más influenciado por el lenguaje que por la realidad. Aquí están las razones para que usemos palabras positivas y esperanzadoras, elogios y ánimo.