El mal de montaña es una reacción aguda del cuerpo cuando no puede luchar contra la falta de oxígeno y los cambios de presión a una altitud de 2000 metros o más sobre el nivel del mar. Sus síntomas son disnea, mareos, náuseas y pérdida del apetito, y en casos graves, vómitos, dolor de cabeza insoportable y pérdida del conocimiento. En el peor de los casos, conduce a la muerte. Por lo tanto, se podría pagar caro si se sube a una montaña alta, confiando solo en la fortaleza física. De hecho, cada año mueren personas de mal de montaña en el Himalaya.
Los que suben a una montaña alta toman medicamentos para prevenir este mal. Sin embargo, cuanto mayor es la altitud, más inesperada es la situación, por lo que no se puede confiar únicamente en la medicina. La mejor manera de curar el mal de montaña es bajar de ella rápidamente. Se resuelve naturalmente cuando la altitud baja.
Si está en un lugar alto en el corazón, eso también puede causar efectos secundarios. La mejor cura en esa situación es autoexaminarse para ver en qué posición se encuentra espiritualmente e ir a un lugar más bajo.