El respetado líder Winston Churchill también fue famoso por liderar bien a sus subordinados. A la persona que él quería que procediera con las tareas rápidamente, decía: “Parece que eres rápido en tomar decisiones”, y al que él quería que hiciera las cosas perfectamente, decía: “Te ves escrupuloso”. En lugar de decir directamente lo que pretendía, hablaba como si esa persona tuviera tal tendencia.
Como en el etiquetado de productos, cuando decimos a otra persona: “Usted es como tal persona”, esa persona actuará como lo esperamos. En psicología, esto se llama “efecto de etiquetado”.
Incluso una persona poco amable intentará ser amable inconscientemente si le dicen: “Te ves amable”. Por otro lado, ante las palabras: “Eres inútil”, o: “Eres muy egoísta”, incluso una persona normal se convierte en inútil y egoísta.
Dependiendo de lo que digamos, otras personas pueden actuar de manera diferente. Si desea conducir a las personas de su alrededor y a su familia a un cambio positivo, por favor primero póngales buenas etiquetas.