Si una persona amable y gentil repentinamente nos trata con frialdad, nos sentimos tristes, pero si una persona fría de repente nos trata con gentileza, lo apreciamos. Es debido a la expectativa que tenemos hacia la otra persona.
Todos tenemos alguna expectativa sobre las acciones de los demás. Si se transgrede de manera positiva, nuestra impresión favorable crece. Pero si se rompe negativamente, nuestra impresión favorable disminuye. En psicología, este fenómeno se llama Efecto de violación de expectativas.
Una expresión de expectativa distinta puede llamarse “estructura de pensamiento”. El problema es que si se crea una estructura de pensamiento, será fácil evaluar negativamente a la otra parte. Cuanto mayor es la expectativa, mayor es la decepción, pero si baja demasiado sus expectativas, podría terminar despreciando a la otra persona.
La persona que generalmente es amable no puede ser siempre amable. Y una persona contundente no siempre es contundente. La manera de deshacernos de nuestra estructura de pensamiento es reconocer a la otra parte tal como es y entenderla.