“Si quiere cambiar el mundo, empiece por tender su cama”.
Esto es lo que dijo William H. McRaven, almirante de los Navy Seals de los Estados Unidos, durante su discurso en una ceremonia de graduación universitaria en Texas. El acto de tender la cama es algo que cualquiera puede hacer. ¿Cómo es que se puede cambiar el mundo haciendo algo tan simple?
El almirante McRaven dijo que si uno tiende su cama al despertar todas las mañanas, ha cumplido con la primera tarea del día. Este simple acto le dará un pequeño sentido de orgullo y lo animará a completar otra tarea. También dijo: “Aunque por casualidad haya tenido un día miserable, si llega a casa y encuentra la cama tendida, esto lo animará a pensar que mañana será mejor”. Y enfatizó que no hay que descuidar las pequeñas cosas de la vida.
De hecho, aquellos que han logrado resultados notables en cada uno de sus campos tienen algo en común. Todos tienen la costumbre de poner en práctica constantemente las cosas que parecen pequeñas. Aunque la tarea que tiene ante usted parece trivial, como escribir en un diario de gratitud, estirarse o leer, si la lleva a cabo fielmente, obtendrá la confianza y el valor necesarios para lograr sus objetivos más grandes. Las grandes metas se logran acumulando muchos pequeños logros. La capacidad de cambiar el mundo proviene de conocer el valor de las pequeñas cosas y ponerlas en práctica.