El genio de la física Albert Einstein, llegó a tener esta creencia: “En este mundo existe cierto poder invisible”, cuando vio que la aguja de la brújula siempre apunta hacia el norte, a pesar de que muchas veces la había sacudido en sus días de juventud. El científico inglés Isaac Newton también sospechaba que pudiera haber cierto poder que hacía que las manzanas cayeran abajo, al ver que las manzanas caían del árbol.
Fuerzas como el magnetismo y la gravedad siempre actúan en la tierra. Pero la gente no las percibe fácilmente porque son invisibles. Sin embargo, los grandes científicos hacen descubrimientos sorprendentes, incluso de los fenómenos simples que otros pasan por alto, y se entregan a sus estudios basándose en ellos, creando una historia que permanecerá para siempre.
Aunque las profecías de la Biblia que se hacen realidad una tras otra, parecen una coincidencia o la vida cotidiana ante los ojos de las personas del mundo, nosotros, los predicadores del evangelio, no debemos considerarlas igual que ellos. Abriendo los ojos al mundo espiritual, miremos el cumplimiento de la profecía y participemos en la obra de Dios para cumplir la obra del evangelio que permanecerá eternamente.
Nada sucede sin razón. Vean las profecías cumplirse cada día, y sientan el poder de Dios que llena el universo entero.