El parque limpiado y embellecido por la Iglesia de Dios
Iglesia de Seogu, Gwangju, Corea
Hay dos pequeños parques infantiles cerca de la iglesia. Uno de ellos estaba casi abandonado. Las atracciones y las instalaciones deportivas en el parque también estaban demasiado obsoletas para usarse, y los densos arbustos no permitían que las personas vieran dentro. Los residentes se mostraban reacios a ir al parque. Aunque se le llamaba “parque infantil”, en realidad era un área de criminalidad y un lugar para tirar basura ilegalmente.
Sin embargo, este parque ha cambiado completamente ya que nuestra Iglesia de Dios participó en la política “Decorando los Jardines de Flores de Nuestra Ciudad” llevada a cabo por el comité de residentes desde el año pasado. Se eliminaron los densos arbustos que rodeaban el parque; las antiguas manchas de los toboganes, barras de flexiones al aire libre, columpios y otros equipos fueron removidas por completo. Se retiró toda la maleza en el otro parque, además se limpió el pasto que estaba lleno de musgo.

Los miembros señores se encargaban principalmente de podar y remover la maleza. Decidimos limpiar los parques cada segundo y cuarto domingo. Independientemente de estos días señalados, algunos de los señores visitaban el parque cada vez que tenían tiempo antes de ir a trabajar o después del trabajo y recogían la basura. Cada día llenábamos una bolsa de basura de cien litros.
Los miembros estudiantes se encargaban de limpiar las instalaciones deportivas, por lo que el funcionario correspondiente del centro de la ciudad quedó impresionado. “Me emocionó mucho que los estudiantes limpiaran las instalaciones con esponjas y trapos incluso en días con mucho viento”, expresó.
A principios de este año, hicimos un acuerdo con la oficina del distrito para encargarnos con regularidad de las instalaciones del parque y también renovarlas. Después de ello, se plantaron azaleas reales en los alrededores del parque para evitar que la suciedad se deslizara por la vía, lo cual sucedía cada vez que llovía. En el macizo del parque, que estaba cubierto de maleza, ahora hay lirios y orquídeas. El parque también tiene una hermosa escalera de rocas en la entrada.
Hasta hace algunos años, este parque era un escondite para los delincuentes, y los policías siempre tenían que patrullarlo. Pero a los pocos meses se ha convertido en un agradable lugar de descanso. La oficina del distrito y el centro de servicio comunitario nos agradecieron por transformar el parque con paisajes de árboles y escaleras; en realidad, ellos esperaban que solo lo limpiáramos.
Los que agradecen más el cambio del parque son los residentes. Ellos han estado elogiando a nuestra iglesia desde que supieron que limpiamos diariamente los carriles de bomberos alrededor de nuestra iglesia, además de los parques. Cada vez que el dueño de una tienda cercana nos ve limpiar, nos da una caja de bebidas, diciendo: “Aunque quiero unirme a ustedes, no tengo tiempo. Quiero participar en su buen trabajo aunque sea con estas bebidas”. Una anciana manifestó que solía oponerse a que la iglesia viniera a su ciudad debido a calumnias infundadas. Se disculpó por eso, y ahora nos trae café. Una residente que escala montañas con frecuencia, nos saluda cada vez que nos ve y dice: “Solía pasar de largo por el parque, pero ahora siempre me detengo aunque sea una vez, en mi camino para subir y bajar la colina. Gracias por crear una buena zona de descanso”. Todos los residentes dicen unánimes: “Nuestra ciudad ha mejorado sorprendentemente desde que la Iglesia de Dios se mudó aquí”.
Todo esto sucedió porque Dios nos dio buenas enseñanzas. Damos toda la gloria a Dios Elohim por enseñarnos y por darnos ejemplo de amor al prójimo.