Respetándonos unos a otros

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Nadie odia escuchar las palabras de reconocimiento y mención por sus talentos y estilos. Nos sentimos bien cuando hablan bien de nosotros, aun en cosas triviales. Esto se debe a que se satisface nuestra “necesidad de estima” (el deseo de ser reconocidos por los demás).

No es exagerado decir que el “respeto” es una virtud esencial para las relaciones interpersonales. Ha sido considerado como una necesidad básica y también como una virtud. En estos días, la palabra “respeto”, que no es nada nuevo para nosotros, está en boca de todos; la cultura del respeto mutuo ha ido desapareciendo después de hacerse popular el autoexamen y el lamentarse por la situación actual.

Una edad en que es necesario el respeto

Una estudiante universitaria habló con violencia a una trabajadora de limpieza de calles, que tendría la edad de su madre. Esto se difundió a la Internet y se convirtió en un tema de conversación. Además, una mujer de mediana edad que estaba limpiando un edificio fue insultada verbalmente y hasta agredida por una joven, lo cual provocó la ira del público. Ambos casos agitaron a la prensa, acompañados por el término negativo “inmoral”. También hubo casos similares en otras partes del país, que hacían fruncir el ceño a la gente.

En estos días, es común ver a la gente comportarse con rudeza en lugares públicos sin ninguna consideración por los demás. En la Internet, se han incrementado peligrosamente los excesivos ataques personales y la violación de los derechos humanos por parte de algunos cibernautas desconsiderados que se ocultan tras el velo del anonimato. La opinión común es que todos los incidentes ocurrieron como resultado de la falta de respeto.

La ausencia de respeto a veces lleva a la ruptura de una familia. Un abogado de divorcios dijo: “Todas las parejas tienen su propia historia, pero cuando investigamos, nos enteramos de que en la mayoría de los casos, la principal razón por la que deciden divorciarse es que piensan que su cónyuge no los respeta”. El momento más difícil para los oficinistas también es cuando sienten que no son respetados por su compañía o por sus colegas.

Lo mismo sucede con los estudiantes. Un equipo de investigación de una universidad española realizó un experimento con estudiantes de 11 a 16 años de edad, y descubrieron algo inesperado: los casos de adolescentes que se ven envueltos en violencia escolar se deben a su necesidad de autoestima. Según la investigación, los niños que sienten que no son respetados por sus amigos llegan a cobrar víctimas y causan problemas como la violencia y la intimidación, a fin de ser reconocidos por sus amigos.

En cualquier organización, tiene que haber “respeto” para lograr relaciones armoniosas. Ya que el respeto está desapareciendo, la necesidad de autoestima de las personas se hace más y más fuerte.

El poder del respeto

Existe un código especial de conducta en la Escuela Secundaria de North County, en Glen Burnie, Maryland. La escuela desarrolló lo que llamaron el “Código del Caballero”, un “programa de respeto” nombrado para la mascota de la escuela. Cuando Adam Sheinhorn fue designado como el nuevo asistente de la Dirección de la Escuela Secundaria de North County, vio que las cosas habían llegado a tal punto que tenían que cerrar con llave las puertas debido a un rebrote de violencia entre los estudiantes. Entonces Sheinhorn trajo el Poder del Respeto a la escuela. Él dilucidó intensivamente el Código de Conducta a los profesores, estudiantes y padres: “Nos respetamos a nosotros mismos, a los demás, al aprendizaje y a la propiedad. Discutimos respetar a los demás, y no juzgar a alguien o ejercer presión sobre alguien para que haga algo”, y los animó a poner en práctica el respeto.

Después, la escuela cambió totalmente. Los profesores estimulaban a sus estudiantes a que se elogiaran unos a otros en lugar de señalar sus faltas, y los estudiantes también empezaron a promover su relación saludándose unos a otros con sinceridad, y sosteniendo conversaciones sinceras. Ya que los estudiantes aprendieron a respetarse a sí mismos y también a los demás, empezaron a participar en las actividades escolares. Los resultados son evidentes. North County solía expulsar a cerca de 56 muchachos cada año. Hoy, la cifra es una fracción de esa cantidad. Los profesores solían ir y venir como una puerta giratoria. Ahora nadie deja su posición de enseñanza por un incidente desagradable.

Fujio Mitarai, presidente y director ejecutivo de Canon Inc., quien se ha convertido en una nueva leyenda de éxito en la industria de los equipos de oficina después de empezar una compañía de cámaras fotográficas, también basa su estilo de administración en el respeto. En el proceso de cierre de los negocios no rentables y en la reorganización de su compañía, no despidió a los obreros como hacen la mayoría de las compañías. En lugar de eso, él respetaba las opiniones de sus empleados y creó un mejor ambiente de trabajo donde cada uno de ellos pudiera desempeñar lo mejor de sus habilidades. Esto aumentó la moral y la fidelidad de los empleados, y fue una fuerza motora para vencer la crisis. Mientras la mayoría de las grandes empresas luchaban contra la larga recesión, Canon pudo mantener su crecimiento económico.

La mayoría de las personas tienden a intentar satisfacer las expectativas de alguien, por eso si son respetados por los demás, llegan a tener una gran motivación personal. Cuando la cultura del respeto tiene un lugar dentro de una organización, el efecto es tan grande que va más allá de nuestra imaginación. Los niños que son respetados en sus hogares aprenden a respetar a sus amigos y vecinos. Los trabajadores que son respetados por su compañía y colegas respetan a sus clientes. Los profesores que son respetados por sus alumnos y sus padres respetan a los alumnos, y los estudiantes que son respetados ponen el respeto en práctica entre sí. Este círculo virtuoso de respeto crea un inmenso poder.

El significado del respeto

“Sonría primero a los demás si quiere que ellos le sonrían. Muestre preocupación por los demás si quiere atraer el interés de ellos. Las personas lo tratarán como usted las trate”.

Como dijo el estadista inglés Winston Churchill, las personas respetan a los demás tanto como son respetados por ellos.

El respeto es la actitud de cuidar a las personas y tratarlas con dignidad. La palabra “respeto” viene de la palabra latina respectus, que significa “considerar”. Este es un verbo compuesto formado por el prefijo re-, ‘regresar’, y specere, ‘mirar’. En resumen, el respeto es el “acto de mirar a alguien”.

Si miramos cuidadosamente a los demás, llegamos a comprender su situación y circunstancias que podríamos haber pasado por alto con poca consideración. Entonces podemos acercarnos reconociendo la diferencia entre ellos y nosotros. Este es un punto de partida para el respeto.

Los que mantienen una buena relación con las personas de su alrededor tienen algo en común: todos tienen la actitud de respetarse unos a otros. Tienen diferentes maneras de poner en práctica el respeto: hablar palabras gentiles, saludar cortésmente, sonreír cálidamente con una mirada de bienvenida. Ellos saben muy bien que pueden expresar respeto a los demás de cualquier manera, aunque no sea algo muy grande.

Mientras más nos acerquemos a alguien, más necesitamos tratarlo con respeto; necesitamos tratar de reconocer y respetar sus diferentes gustos y preferencias. No obstante, no siempre es fácil hacerlo. Una de las razones es nuestro “malentendido”.

“Seguro que él sabe lo que siento, aunque no se lo diga”.

Esta clase de malentendido o ilusión ocurre con más frecuencia en relaciones cercanas. Esto nos impide expresar respeto a los que están cerca de nosotros, incluso cuando es urgente y necesario, con la excusa de la vergüenza; a veces nos hace estar totalmente inconscientes de esto. Por esta razón, podrían sentirse ignorados y tener malos sentimientos hacia nosotros, y a veces esto aumenta rápidamente y hasta arruina la relación. Por eso, es bueno expresar respeto a los demás tan positivamente como sea posible. El poder del respeto se manifiesta cuando se expresa.

Completad mi gozo, respetándoos unos a otros

Somos los que ya han recibido el mejor respeto de Dios. Para nosotros, que estábamos destinados a sufrir el castigo eterno debido a los pecados que habíamos cometido en el cielo, Dios descendió a esta tierra y se ofreció hasta la muerte, a fin de hacernos los seres más valiosos del mundo.

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Fil 2:3-8

Dar amor, sacrificarse, considerarse, servir con humildad; estas son las virtudes que componen la cultura del respeto que Dios nos mostró personalmente. Ahora es el momento de cultivar y proclamar la cultura del respeto. En el proceso de cumplir la misión, recibimos la bendición de ser siempre respetados por Dios.

“[…] porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.” 1 S 2:30

“quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis […]; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.” 1 Ts 5:10-13

Sobre todo, demos todo nuestro corazón a Dios, y luego cuidemos a las personas de nuestro alrededor y tratémoslas con humildad y respeto, a fin de que el poder del respeto pueda ser revelado al mundo entero. Caminemos la senda del evangelio, respetando verdaderamente a Dios quien nos respeta y también respeta al mundo entero.