¿Qué sucedería si no existiera atmósfera ni campo magnético en la Tierra? En la superficie de la Tierra habría innumerables cráteres por el impacto de meteoritos, como en el caso de la Luna; además, no habría organismos vivos en el planeta. Así de importantes son la atmósfera terrestre y el campo magnético. La atmósfera y el campo magnético funcionan como un campo y escudo protector que son esenciales para que los organismos vivan en ella.
La atmósfera de la Tierra está optimizada para la supervivencia de los organismos vivos
Por lo que se sabe, la Tierra es el único planeta del Sistema Solar donde existen organismos vivos. Una de las características de la Tierra es que está rodeada por la atmósfera, que es perfecta para que los organismos vivos sobrevivan. Esto es posible gracias a que la gravedad de la Tierra mantiene la cantidad apropiada de gases esenciales para la existencia de los organismos vivos.
La atmósfera de la Tierra tiene una apropiada densidad de nitrógeno, oxígeno y dióxido de carbono; y la presión atmosférica es aproximadamente una unidad de presión, que es la más apropiada para la supervivencia de los organismos vivos. Además, cumple el importante papel de aislador y termostato a fin de que la Tierra mantenga su temperatura media sin muchos cambios. Entre los gases que forman la atmósfera, el oxígeno es esencial para que la mayoría de los organismos vivos obtengan energía. Además, produce O₃ (ozono), que bloquea los rayos UV que son perjudiciales para los organismos vivos.
El dióxido de carbono también es esencial para la fotosíntesis de las plantas. Desempeña un rol importante como gas de efecto invernadero que mantiene apropiadamente la temperatura de la Tierra. Si no hubiera dióxido de carbono en la atmósfera, la temperatura media de la Tierra sería aproximadamente de 20 a 30 ºC más baja de lo que es ahora, y pondría grandes límites en la prosperidad de los organismos vivos. Sin embargo, si hay mucho dióxido de carbono en la atmósfera como en la actualidad, causa el efecto invernadero que resulta en una elevación de la temperatura media de la Tierra y provoca el calentamiento global.
El nitrógeno, que ocupa la mayor parte de la atmósfera, también juega un importante rol. Entre los gases, el nitrógeno es poco reactivo, así que no reacciona fácilmente con otros elementos. Si la atmósfera estuviera compuesta por un diferente tipo de gas que fuese altamente reactivo en lugar del nitrógeno, la atmósfera de la Tierra no podría mantener una condición estable debido a las muchas reacciones químicas.
La atmósfera tiene el rol de escudo que mantiene a la Tierra segura de toda clase de objetos peligrosos que vuelan del exterior de la Tierra, como los meteoritos. Cuando un enorme meteorito entra en la Tierra, atraído por su gravedad, la mayor parte de él se quema debido a la fricción con la atmósfera. Así que es muy difícil que un meteorito realmente colisione con la superficie. Por otro lado, en el caso de Mercurio y la Luna donde no hay atmósfera, o Marte que tiene una pequeña atmósfera, la colisión con meteoritos crea grandes cráteres. Esto muestra lo importante que es la atmósfera.
Algunos planetas como Venus, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno tienen atmósfera también, pero la densa atmósfera de Venus, Júpiter y Saturno es decenas de veces más pesada que la de la Tierra. En cuanto a los componentes de la atmósfera, Venus es mayormente dióxido de carbono, y Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son mayormente hidrógeno y helio, que no son apropiados para que los organismos vivos sobrevivan.
La atmósfera de la Tierra está compuesta por una estructura y componentes ideales para la supervivencia de los organismos vivos, y desempeña el papel de primera capa protectora de la Tierra.
El campo magnético de la Tierra, un escudo bloqueador de partículas cargadas de alta energía del espacio
El campo magnético de la Tierra bloquea diversos tipos de partículas peligrosas cargadas de alta energía que vuelan hacia la Tierra desde el espacio exterior. Debido a la alta temperatura del Sol, los átomos se separan en electrones y protones, y esto permite que las partículas cargadas con electricidad (plasma) existan en el viento solar. Estas partículas cargadas de alta energía viajan a la velocidad de cientos de kilómetros por segundo y son perjudiciales para los organismos vivos. Cuando un organismo es expuesto a una partícula con alta energía, el impacto es grande. Es similar a hacerse una herida más grande por una piedra que viaja rápido que por una piedra que viaja lentamente.
Por esa razón, las partículas cargadas de alta energía pueden causar una anormalidad cromosómica en las células o cáncer si entran en el cuerpo de un organismo. Si la Tierra está expuesta a las partículas cargadas, todos los equipos electrónicos y la electrónica en la Tierra pueden dejar de funcionar. De hecho, en 1989 cuando las actividades solares se hicieron activas, los transformadores se quemaron y el sistema de energía se paralizó, y la comunicación se cortó durante dos semanas en Quebec, Canadá.
Los organismos vivos en la Tierra son protegidos de las partículas cargadas de alta energía gracias al campo magnético de la Tierra. El fenómeno que ocurre cuando el campo magnético de la Tierra bloquea las partículas es llamado aurora. Una aurora se produce cuando las partículas cargadas de alta energía emiten luz al encontrarse con el campo magnético y colisionar con la atmósfera superior mientras se mueven a las regiones polares por la fuerza electromagnética.
Las personas viven su ocupada vida cada día, sin ser conscientes de la existencia de la atmósfera de la Tierra ni del campo magnético o su importancia. Sin embargo, incluso en este momento, la atmósfera y el campo magnético están funcionando como nuestro escudo, bloqueando a los meteoritos y las partículas cargadas de alta energía que vuelan hacia la Tierra, de modo que podamos llevar una vida normal. Los organismos vivos pueden existir en la Tierra gracias a las fuerzas invisibles que la protegen.
“Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.”Isa 45:18