El 1 de agosto de 2013, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) publicó imágenes del Mars rover Curiosity (vehículo explorador). Marte tiene un ambiente más parecido a la Tierra que cualquier otro planeta de nuestro sistema solar, por lo que se le denominó la segunda Tierra y es considerado como el mejor candidato para la colonización humana. Sin embargo, las imágenes de Marte solo mostraron una tierra estéril cubierta de vastas extensiones de arena, polvo y roca, a diferencia de la Tierra, nuestro planeta azul.
Nacimiento del suelo vivo
Una de las razones por las que la Tierra pudo llegar a ser el hermoso planeta que alberga vida, es que el suelo cubre la mayor parte de su superficie. El suelo vegetal es la capa superior más externa del suelo, usualmente los primeros 30 centímetros. En Marte, no obstante, no existe suelo vegetal que cubra la superficie. Toda la superficie de Marte está cubierta por una gruesa capa de polvo.

Con respecto al suelo, la mayoría primero piensa en las partículas de roca como la arena y la grava. Sin embargo, los materiales sólidos como la arena y la grava solo ocupan el 45 % del suelo; menos de la mitad de él. El agua y el aire ocupan un 25 % cada uno; la materia orgánica, que proporciona nutrición a las plantas, ocupa el 5 % restante, y otros microorganismos viven en el espacio lleno de aire. El suelo de la Tierra, que contiene partículas de rocas erosionadas, materia orgánica, agua y aire, está vivo con numerosos organismos viviendo en él.
El suelo es creado de rocas que se han roto, pasando de grandes a pequeños fragmentos por los efectos de la lluvia, el viento, el agua, los cambios de temperatura, los organismos, etc., durante un largo tiempo. Cuando el agua se filtra en las grietas de las rocas y se congela, hace que las rocas se expandan y se rompan; las raíces de las plantas que crecen en las grietas de las rocas también pueden romper las rocas al crecer; asimismo el viento desgasta las sólidas rocas durante un largo tiempo. El proceso de transformación de una roca sólida en suelo se llama erosión. Cuando el suelo se mezcla con agua, aire y materia orgánica creada por las hojas caídas, ramas y cadáveres de diversos organismos, nace el propio suelo de la Tierra.
En promedio, toma aproximadamente 200 años crear 1 cm de suelo rico, y de 1000 a 10 000 años para formar una capa de 30 centímetros. Se necesita un largo tiempo para formar un suelo saludable, ya que es el resultado de la interacción de la descomposición física y química de las rocas y la descomposición biológica de las hojas caídas y cadáveres de animales.
El suelo, la base de la vida
El suelo vivo brinda un hábitat y alimento para una gran variedad de organismos. También mantiene los ecosistemas a través de su función purificadora. El suelo interactúa con el vasto conjunto de grandes y pequeños organismos; plantas que tienen raíces en el suelo, animales visibles como los topos, lombrices y hormigas, y microorganismos invisibles.
Es admirable ver cómo una pequeña semilla plantada en el suelo crece, echa hojas y flores, y se convierte en un gran árbol que produce frutos. El suelo húmedo y aireado contiene agua y alimento que son necesarios para las plantas, y mantiene temperaturas para que las semillas puedan germinar.
Existen dieciséis elementos esenciales que las plantas deben tener para crecer apropiadamente: agua, dióxido de carbono, oxígeno, nitrógeno, ácido fosfórico, potasio, calcio, magnesio, etc. Las plantas toman el dióxido de carbono y el oxígeno directamente del aire y absorben todos los demás nutrientes del suelo a través de sus raíces. El suelo también sostiene y protege las raíces de las plantas para que se mantengan rectas.

El nitrógeno es uno de los elementos esenciales que ayudan al crecimiento de las plantas. No obstante, las plantas no pueden absorber nitrógeno directamente del aire. Solo pueden tomarlo del suelo a través de sus raíces, como iones de amonio, de nitrato, de nitrito, etc. Las bacterias que viven en el suelo tienen un rol importante en la conversión del nitrógeno a formas que las plantas puedan absorber. Las bacterias simbióticas fijadoras de nitrógeno más conocidas son las bacterias de los nódulos radiculares. Los hongos micorrícicos1 se adhieren a las raíces de las plantas y las ayudan a absorber nutrientes.
1. Los hongos micorrícicos son un grupo de organismos que habitan en las raíces de las plantas, suministran a las plantas fósforo, nitrógeno, etc., y obtienen materia orgánica
También existen muchos otros microorganismos que sirven como protectores; ellos purifican y fertilizan el suelo mediante la descomposición de los cadáveres de animales y plantas, excremento, materia flotante, etc. Decenas a cientos de millones de microbios viven en un gramo de suelo y hacen que este sea saludable, aunque son invisibles a nuestros ojos.
Las lombrices, que se pueden ver fácilmente después de la lluvia, constituyen el 80 % de todos los organismos que viven bajo tierra por peso. Su madriguera vertical transporta y mezcla los materiales de arriba abajo a través del suelo, lo que resulta en una buena ventilación. Es como arar los campos en la agricultura. Las lombrices de tierra producen humus de lombriz consumiendo materia orgánica como hojas caídas, descomponiéndolas y descargando heces. El estiércol mejora la fertilidad del suelo y proporciona un ambiente óptimo para que vivan los microbios.
Aproximadamente el 95 % de los insectos viven en el suelo durante cierto tiempo para evitar a sus enemigos naturales y crecen en imagos de manera segura. Las cigarras viven en el suelo húmedo bajo las raíces de los árboles de cuatro a cinco años e incluso hasta diecisiete años, y viven sobre la tierra durante unos diez días y mueren. Casi quinientos millones de insectos, incluyendo huevos, larvas e imagos, viven en aproximadamente 3300 m² de suelo.2
2. Referencia: Documental de EBS TV sobre el Equipo de Producción de Suelos, Suelo: alegría, ira, pena y placer de vidas que respiran juntas (en coreano: 흙 함께 숨쉬는 생명들의 희로애락), Low Hills, 2008
Los organismos que vuelan en el cielo también usan el suelo para construir sus nidos o vivir en él. Las avispas solitarias hembras construyen paredes redondeadas acumulando tierra con su barbilla y sus patas, para poner sus huevos allí. El alción capirotado negro oculta sus huevos en el suelo del acantilado, que es el lugar más seguro para ellos. Las golondrinas que vienen en primavera construyen sus nidos bajo los techos, usando tierra, paja y raíces de hierba para criar a sus polluelos. La gente también se ha apoyado en el suelo. La agricultura, base de la civilización humana, comenzó del suelo, y cerca de mil quinientos millones de personas (el 22 % de la población mundial) todavía viven en casas construidas con tierra. Básicamente, el suelo es la base de la vida para las personas.
La Tierra protege los ecosistemas
Los organismos liberan contaminantes y dejan sus cadáveres. Los microorganismos del suelo descomponen silenciosamente estos materiales; ellos purifican los materiales contaminados para mantener un ambiente apto para que otros organismos vivan. El suelo de la Tierra realiza diversas y únicas funciones purificadoras para mantener los ecosistemas fuertes y saludables al interactuar orgánicamente con la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera.
El agua subterránea y la humedad del suelo, que ocupan aproximadamente el 30 % del agua dulce del mundo, y que se forman en su mayoría por lluvia, nieve y granizo, son absorbidas por el suelo. El agua subterránea también se utiliza como agua potable, ya que las sustancias extrañas se filtran mientras se dirigen a través de los depósitos del suelo. El suelo preserva los recursos hídricos necesarios para los ecosistemas, a medida que almacena agua, lo que a su vez evita las inundaciones. La evaporación del agua del suelo también ayuda a controlar la temperatura de la atmósfera.
El carbono es un elemento básico para los organismos. Las plantas convierten el dióxido de carbono que está en la atmósfera en materia orgánica a través de la fotosíntesis, y los animales obtienen carbono absorbiendo la materia orgánica producida por las plantas. Cuando el carbono se usa como fuente de energía, regresa a la atmósfera a través de la respiración; y cuando constituye el cuerpo, se convierte en materia orgánica después de la muerte a través de los organismos del suelo. Los organismos nacidos en el suelo regresan a él. El carbono que se almacena en el suelo en forma de materia orgánica es dos veces mayor que el carbono que existe en la atmósfera. No es exagerado decir que el suelo es un almacén de vida. Recientemente se han realizado muchos estudios para incrementar la cantidad de carbono almacenado restaurando el suelo para prevenir el calentamiento global.

El suelo es la base de los ciclos materiales, y tiene un rol importante en la prevención del calentamiento global al purificar la naturaleza y almacenar agua y carbono. Se estima que el suelo y el agua subterránea en Corea tienen un valor ecológico aproximado de 26,4 billones de wones (cerca de 22 000 millones de dólares) y 40,8 billones de wones (cerca de 34 000 millones de dólares) respectivamente; en realidad, el suelo de la Tierra tiene un significado muy importante que no se puede convertir en moneda.
La tierra vegetal, el suelo vivo, envuelve a la Tierra en una capa muy delgada, por lo que se describe como la piel de la Tierra. El suelo es muy delgado, es solo un poco más grueso que 1/20 000 000 del radio de la Tierra (que es de aproximadamente 6380 km). Podemos comprender lo delgado que es el suelo, cuando pensamos en la piel humana, de menos de 2 mm de grosor y que tiene poco menos de una milésima parte de la estatura de una persona. Sin embargo el suelo, que es tan delgado como la piel de la Tierra, es la base de los organismos y los ayuda a mantener su vida.
La primera y principal condición para que los organismos vivan en otro planeta es que debe existir agua líquida en la superficie compuesta de suelo y rocas, como la Tierra. Sin embargo, la Tierra es el único planeta donde se ha encontrado agua y donde el suelo viviente existe. Esto significa que la Tierra es el único planeta que tiene el ambiente para que los organismos puedan vivir.
“Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.” Isaías 45:18