El reino de los cielos sufre violencia

28,390 visualizaciones

Hemos oído la feliz noticia de que nuestra familia está llevando muchos frutos con el fuego del evangelio que arde en todo el mundo. Esta noticia es el resultado del pensamiento positivo de todos los miembros de nuestra familia de Sion, que se esfuerzan en el evangelio y se fían de la palabra de Dios, que dice que “todo es posible”.

En todas las épocas, la historia mundial se ha llevado a cabo gracias a los que piensan que “todo es posible”. Thomas Edison, el famoso científico, pudo perdurar en la historia gracias a sus proezas científicas producto de sus constantes experimentos, que llevaba a cabo pensando que “todo es posible”. Él se sentaba sobre huevos para empollarlos como una gallina, con el fin de obtener pollitos; e hizo inhalar gas hidrógeno a su amigo para hacer realidad su sueño de volar en el cielo. Estos pensamientos derivaron en avances científicos, dados no sin problemas y errores; y como resultado, hoy en día un montón de metal de varias toneladas de peso, puede volar en el cielo o flotar sobre el agua.

Pero los que piensan que “es imposible”, no han logrado proezas ni avances para la humanidad a causa de su excesiva preocupación por las cosas, aun por las más pequeñas. La historia nos muestra este hecho. En este momento, el reino de los cielos está sufriendo violencia por parte de los que tienen fe y piensan que pueden hacerlo. Averigüemos cómo arrebatar el reino de los cielos, a través de las enseñanzas de la Biblia.

El pensamiento positivo “puedo hacerlo”

『Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.』Mt. 11:12

El reino de los cielos está sufriendo violencia por parte de los que se esfuerzan por el evangelio, pues no se da a los que tan solo lo buscan y no hacen nada. Ni siquiera una porción del reino de los cielos es para el que no se esfuerza por arrebatarlo. Ninguno que, como Judas Iscariote, traicione a Dios en la dificultad y lo acompañe en la bonanza, podrá entrar en el reino de los cielos.

Algunos de nuestros padres de la fe pudieron vencer incluso en el horno de fuego, confiando en Dios. Esta fe provino de su firme voluntad de arrebatar el reino de los cielos. En la iglesia primitiva hubo muchos mártires, como el apóstol Pablo, que fueron comida para las fieras y fueron quemados, aserrados y golpeados con vara. Con todo esto, pudieron guardar su fe hasta el final y entrar en el reino de los cielos, porque procuraron arrebatarlo con tenacidad.

Aun en este momento, el reino de los cielos está sufriendo violencia. ¿Por quiénes? ¿Por los que van a la iglesia con desgano y carecen de celo? De ninguna manera. Para ellos, el reino de los cielos es una fortaleza inexpugnable.

Este reino de los cielos sufre violencia poco a poco por parte de los que se esfuerzan por entrar en él, quienes procuran ser bendecidos espiritualmente como lo hizo Jacob, sin importarles perder las cosas de este mundo. Últimamente el reino de los cielos sufre más violencia. Muchos jóvenes, como estudiantes universitarios, soldados y oficinistas, están arrebatando el reino de los cielos; y personas adultas y mayores, hombres y mujeres, también lo están arrebatando sin cesar. Todos ellos son lo que piensan que “todo es posible en Dios”.

¿Aún está usted vacilando? Si es así, por favor tenga fe en que puede hacerlo. Todos ustedes podrán llevar frutos del Espíritu si tuvieren una firme voluntad de entrar en el reino de los cielos sin falta.

Dios dio las mismas oportunidades tanto a niños como a adultos. ¿Es imposible para un niño predicar? No. Con frecuencia vemos cómo los niños guían a sus padres o madres a la verdad.

“Nadie puede hacerlo” y “todos pueden hacerlo”

Una canción titulada “Nobody” (nadie), fue una vez popular en Estados Unidos. Esta canción se expresaba desafiante a la época y a su falta de definición; y se hizo popular en todo el mundo y despertó la simpatía de un gran número de personas. ¡Qué lamentable!

Esta es la letra de la canción: “¿Quién en el mundo es apto para ser presidente? Nadie. ¿Quién puede detener las guerras? Nadie. ¿Quién en el mundo es respetable? Nadie”. Como vemos, esta canción tiene un contenido negativo y pesimista. A juzgar por la popularidad que tuvo entre los jóvenes esta canción con ideas tan negativas como “nadie”, “nada” o “imposible”, podemos deducir cuán pesimistas y faltos de espíritu eran ellos en aquellos días.

¿Por qué llegaron a tener pensamientos tan negativos y pesimistas? Porque no buscaron a Dios, sino que persiguieron el placer y la satisfacción mundanos; por eso, esta negativa canción se hizo tan popular en el mundo. ¡Qué triste! Tales personas no pueden realizar progresos en la historia.

¿Y nosotros? ¿Qué responderemos si alguien nos preguntare quién es apto para ser presidente? Responderemos que todos son aptos para la presidencia. Y si alguien nos preguntare quién puede detener las guerras, responderemos que todos. Y si alguien nos preguntare quién es respetable, responderemos también que todos. Diremos que todos son aptos para la presidencia, todos pueden detener las guerras y todos son respetables.

Todos nosotros en Sion somos el real sacerdocio, ¿no es así? Todos somos aptos para los deberes pastorales y la evangelización. Podemos hacer cualquier cosa, y nada es imposible para nosotros.

El interruptor de la fe no funciona cuando hacemos algo pensando que “es imposible”. Dios dijo que todo lo que no es por fe es pecado. ¿Podremos participar en la salvación de un alma cometiendo tal pecado? De ninguna manera.

Recordando que el reino de los cielos sufre violencia en este mismo momento, cada uno de nosotros debe dedicarse a su propia labor en el evangelio. Enorgullézcase de su labor por el reino de los cielos, aunque sea pequeña, y aunque realice labores principales, secundarias o aun imperceptibles en el evangelio.

『[…] pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.』Fil. 4:10-13

El apóstol Pablo tuvo por objeto salvar almas toda su vida; y por eso pudo tener el pensamiento positivo “puedo hacerlo todo”. Pensar que “no puedo hacerlo”, o que “no tengo la habilidad de predicar como él”, va contra la enseñanza de Dios.

Todo es posible si lo hacemos con fe en que “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”; en cambio, si dudamos o nos rendimos pensando que “no puedo hacerlo”, no somos capaces de hacer historia o guiar al mundo. No podemos avanzar con el pensamiento negativo de que “no puedo hacerlo”.

Nada es imposible si confiamos en Dios y no en nosotros mismos. Dios está con nosotros en Sion y nos ayuda; pero a veces nos debilitamos, y en consecuencia pensamos que “no podemos” o que “nadie es apto para la obra”. Este es el espíritu del “nadie”.

“¿Quién es apto para la obra? Nadie.” “¿Quién puede llevar muchos frutos? Nadie.” ¿Podremos decir que la iglesia cuyas respuestas son estas, está arrebatando el reino de los cielos según la voluntad de Dios? De ninguna manera. Desde ahora, quememos el pensamiento de “nadie” con el fuego del Espíritu Santo, y poseamos el pensamiento de “todos”.

『Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. […] Pero sin fe es imposible agradar a Dios; […]』He. 11:1-6

Con respecto a la fe escrita en Hebreos, la versión Dios Habla Hoy, dice: “Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos” (He. 11:1). Todo se puede hacer si se tiene fe, porque esta vuelve posible lo imposible.

¿Dijo Dios a una roca que diera fruto? No. Él nos dijo a nosotros que lleváramos fruto, porque podemos hacerlo. Si nuestro pensamiento cambiare del negativo “nadie” al positivo “todos”, de seguro llevaremos muchos frutos. Con esta fe, mostraremos la gloria del evangelio de Dios cada vez más.

La fe es indispensable para entrar en la Canaán celestial

La mañana del día de año nuevo vi un programa de televisión sobre la exitosa historia de una mujer; esta era una coreana de baja estatura, que se convirtió en millonaria en los Estados Unidos; ella alcanzó el éxito venciendo toda clase de dificultades. El único secreto de su éxito era el credo del “puedo hacerlo”: “Él puede, ella puede; ¿y por qué no yo?” Ella dijo que siempre dice esto como palabras de aliento para aquellos con los que se encuentra.

Así que todo es posible para los que piensan que pueden hacerlo. Ellos pueden construir una gran ciudad incluso en una tierra desierta; pero los que piensan que no pueden hacerlo, dejan el desierto tal como está.

Nosotros hemos sido llamados por Dios para hacer que la gente comprenda y se arrepienta, y así puedan estar calificados para entrar en el reino de los cielos; y esto no es imposible. Dios hizo de la nada la luz, los cielos y la tierra, el mar, los seres vivientes del mar según su género, los animales y el ganado de la tierra y las aves del cielo. Ninguna de estas criaturas existía en el mundo, pero Dios las creó todas. ¿Qué es difícil, crear algo de la nada o traer a uno lo que ya está creado? Comparando la obra de Dios de la creación de los hombres con la obra de traer de nuevo a los 144 mil que Dios ya ha creado, esta última no resulta complicada.

La Biblia nos muestra que hay una gran diferencia de resultados entre los que tienen la fe de poder hacerlo y los que renuncian al intento con el pensamiento de no poder hacerlo. A través de este hecho, podemos entender que el reino de los cielos es dado a los que poseen la firme resolución de fe de entrar en él de todas maneras, y no a los que renuncian a él fácilmente.

『Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido […]. Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? […] Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: […] no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová […]. Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: […] En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí. Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun.』Nm. 13:30-14:30

Como sabemos, esta es la historia de los doce espías. Diez de los doce espías se rindieron pronto, diciendo “nadie”: “¿Quién puede entrar en la tierra de Canaán? Nadie. ¿Quién puede vivir en ella? Nadie”. Debido a las pesimistas palabras de los espías, todos los israelitas lloraron amargamente. El descontento comenzó a mostrarse entre ellos cuando el pensamiento de que no podían hacerlo se agudizó. Además, una sensación de inferioridad (“ellos eran como gigantes y nosotros como langostas”) empezó a oprimir pesadamente sus mentes.

Todos ellos se rindieron, y Dios no los dejó entrar en la tierra de Canaán, según el pensamiento de ellos. Dios hizo que las cosas se dieran según el pensamiento y la fe de ellos.

No obstante, dos personas, Josué y Caleb, clamaron: “Todos pueden entrar en la tierra de Canaán”. Ellos nos dan ahora un ejemplo de fe, y la lección de que podemos hacer cualquier cosa bajo cualquier circunstancia porque Dios está con nosotros.

El reino de los cielos es para los que piensan “puedo hacerlo”

El evangelio puede avanzar cuando hay muchos que piensan que pueden hacerlo. Lo que sucedió con los israelitas durante la vida en el desierto, es ahora un ejemplo para nosotros. A juzgar por esta historia, son sin duda los que poseen el pensamiento positivo “puedo hacerlo”, los que podrán entrar en el eterno reino de los cielos en el día postrero.

Abandonemos ahora los pensamientos negativos de que “no podemos hacerlo” o que “nuestra iglesia tiene un largo camino por recorrer”. El pensamiento “no puedo hacerlo” nos hace retroceder, hundiéndonos al final en la destrucción. Por eso, avancemos con fuerza pensando que podemos hacerlo si confiamos en Dios, como Josué y Caleb.

Los que piensan que sí pueden hacerlo, logran su objetivo incluso con probabilidades del 1%; en cambio, los que piensan que no pueden hacerlo, no son capaces de alcanzar una meta aun con probabilidades del 99%. Dios dijo: “Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará” (Mt. 17:20).

Si creyéremos que podemos hacerlo, confiando en Dios, nada nos será imposible. Cambiemos nuestro pensamiento desde ahora. Si tuviéremos la misma fe que Josué y Caleb, Babilonia caerá pronto, como Jericó. Aunque Jericó parecía inexpugnable, cayó como montones de arena ante Dios, fue derribado como paja y pereció como la nada.

En esta época, Babilonia aparece poderosa; pero será como nada, y como estopa será consumida ante nuestro Dios Todopoderoso. Con gran audacia y la fe firme, arrebatemos el reino de Dios.

『Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado;』Is. 14:24

A través de esta profecía, Dios dijo que todo sería cumplido. Y para nosotros que creemos en Dios, la Biblia también nos ha dado esta palabra: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Recordando la palabra “conforme a vuestra fe os sea hecho”, tengamos la firme fe y la resolución de llenar el granero celestial con frutos hermosos este año, con los que nuestro Padre y nuestra Madre se complazcan.

El mundo es para los que piensan que pueden hacerlo; y lo mismo pasa con el reino de los cielos; porque todas las cosas de esta tierra son figura y sombra de las cosas celestiales, es decir, reflejan lo que está en el cielo. Los que piensan que no pueden hacerlo, solo podrán ocupar una habitación de un metro cuadrado; en cambio, los que piensan que pueden hacerlo, tomarán el universo entero y llegarán a ser el real sacerdocio del cielo que reinará en el sistema galáctico (1 P. 2:9).

Amados hermanos y hermanas, hagamos el trabajo del evangelio con una fuerte fe, pensando que “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. En vez de pensar que “no soy capaz de predicar”, piense que “todo es posible porque Dios está conmigo; y si no hago bien alguna cosa, algo debe de estar mal en mí”. Espero que puedan cumplirlo todo haciéndolo con fe.

El reino de los cielos está sufriendo violencia en este mismo momento. Dejemos nuestras huellas en él. Arrebatémoslo y entremos en él con gozo, mostrando muchos frutos a nuestro Padre en su venida.