Si vemos a nuestro alrededor, hay cosas verdaderamente preciosas. No obstante, ya que siempre estamos en contacto con estas cosas, frecuentemente olvidamos su importancia y las descuidamos. Lo mismo sucede con el Día de Reposo entre muchas verdades que Dios nos ha enseñado.
Cuando Dios creó todas las cosas en el principio, trabajó durante seis días y descansó de toda su obra el séptimo día, e hizo santo especialmente ese día. Hace tres mil quinientos años, cuando Dios declaró la ley, Él mismo escribió personalmente a mano estas palabras: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo”, en las tablas de piedra de los diez mandamientos. No es exagerado decir que el Día de Reposo está estrechamente relacionado con la salvación y que es una parte esencial de nuestra salvación.
No obstante, hoy en día muchas personas no guardan el Día de Reposo, sin conocer la voluntad de Dios ni comprender el camino de salvación que Él provee. Esta es la época de la profecía en que el juicio de Dios está cerca y también el reino de los cielos está a la vuelta de la esquina, como Jesús dijo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Pensando en el reino de Dios, que se ha acercado, tomemos un tiempo para estudiar cuidadosamente las enseñanzas de la Biblia acerca de la verdad del Día de Reposo.
Debemos apreciar y predicar todo lo que Dios nos ha enseñado, desde las cosas más pequeñas hasta las más grandes. Esto se debe a que cada palabra de Dios está relacionada con nuestra salvación.
“a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.” 1 P 1:8-9
La Biblia nos dice que el fin de nuestra fe es la salvación de nuestras almas. Entre muchas cosas que Dios nos ha enseñado con respecto a la salvación, está el Día de Reposo.
“¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?” He 3:18
Aquí, la obediencia se refiere a la “obediencia a la palabra de Dios”. A través de la Biblia, Dios nos hace comprender suficientemente que quienes no obedecen la palabra de Dios, al final no pueden entrar en el reposo eterno que Él ha preparado, es decir, el reino de los cielos.
“Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; los dientes de los perversos quebrantaste. La salvación es de Jehová; sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah” Sal 3:7-8
La salvación viene solo de Dios. Por eso, si no obedecemos la palabra de Dios, quien es la fuente de la salvación y tiene el control de nuestra salvación, esto es igual a renunciar a ser salvos. Porque Dios nos ha hecho conocer su administración y su plan para nuestra salvación por medio de la Biblia.
Si en verdad buscamos nuestra salvación y tenemos esperanza en el cielo, debemos seguir la palabra de Dios. Es por ello que la Biblia nos dice que no añadamos ni quitemos de las palabras de la Biblia, las cuales pueden hacernos sabios para la salvación (2 Ti 3:15, Ap 22:18-19).
Entre las voluntades de Dios, primero pensemos en qué relación tiene el Día de Reposo con nuestra salvación. En los tiempos de Moisés, hace tres mil quinientos años, Dios declaró el Día de Reposo como el cuarto de los diez mandamientos.
“Acuérdate del día de reposo para santificarlo.” Ex 20:8
Dios personalmente escribió a mano estas palabras en las tablas de piedra. Los que no obedecen estas palabras no pueden entrar en el reposo de Dios, el eterno reino de los cielos. Podemos confirmar este hecho a través de Hebreos 3. Toda palabra de Dios es para nuestra salvación. Por ello, no debemos olvidar que las enseñanzas de Dios acerca del Día de Reposo también están absolutamente relacionadas con nuestra salvación.
Este Día de Reposo llega a ser una señal del “resto de la descendencia de la mujer”, que son los santos que serán salvos, cuando Dios los busca (ref. Ap 12:17, 14:12, Ez 20:12). Si Dios confirma que alguno es o no su verdadero hijo, lo separará de sus hijos si no tiene el ADN espiritual llamado “Día de Reposo”, aunque aparente ser cristiano.
“Acuérdate del día de reposo para santificarlo”. Esto no es una simple ley, sino una orden de Dios Padre y la petición de Dios Madre, nuestro Dios Elohim que quiere que todo salga bien para nosotros, sus hijos celestiales. Debemos obedecer las palabras de nuestros Padres celestiales, como sus hijos. Otra cosa que tenemos que considerar cuidadosamente es que el Día de Reposo ya había sido establecido incluso antes de la época de la ley, desde el principio del mundo.
“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” Gn 2:1-3
El Día de Reposo bíblico es el séptimo día, que corresponde al sábado según el sistema semanal actual. Para los que conmemoran el poder del Creador y creen en Dios Elohim los Creadores, el Día de Reposo establecido por Dios es un día muy importante y significativo. Un feriado nacional de un país es importante para su pueblo, pero solo es un día común y corriente para la gente de otros países; del mismo modo, el Día de Reposo es un día muy precioso para los hijos de Dios, pero es insignificante para los que no lo son. El Día de Reposo sirve como una señal para distinguir claramente entre el pueblo de Dios y los que no lo son.
“[…] Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.” Dt 5:9-15
El Día de Reposo es un mandamiento de Dios. Para guiar a los seres humanos al camino de la salvación, Dios les ha dado el Día de Reposo, un día bendito. Por esta razón Jesús guardó el Día de Reposo como una ley santa de Dios, y los discípulos de Jesús y los discípulos de ellos también guardaron el Día de Reposo, respetándolo como una parte importante de su vida de la fe. Podemos ver esta historia de la época apostólica en la Biblia (Lc 4:16, Hch 16:13, 17:2, 18:4).
El Día de Reposo es un día bendito en el que somos hechos santos. Las almas que se santifican a través del Día de Reposo llegan a amar más a Dios y avanzan hacia el cielo. Por consiguiente, a fin de impedir que los hijos de Dios alcancen la salvación, Satanás puso el domingo, el día de adoración al dios sol, junto al Día de Reposo. La verdad del Día de Reposo empezó a ser oscurecida desde el siglo II después de la época apostólica, y en el año 321 fue oficialmente abolido cuando el emperador romano declaró el domingo como día de descanso. Además, estableció la costumbre de rendir culto el domingo, el primer día de la semana, la cual ha continuado hasta estos días. Satanás obstaculizó la verdad que Dios ha dado a los seres humanos para su salvación, usando toda clase de mentiras y violación de la ley.
“Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.” Dn 7:24-25
La verdad distorsionada vino de Satanás el diablo que se opone a Dios. La verdad del Día de Reposo fue distorsionada y cambiada por Satanás, quien trata de cambiar los tiempos y la ley, y esta desapareció del mundo por más de mil años. Como resultado, la ley de Dios ha sido cambiada y la violación de la ley de Dios prevalece ahora en todo el mundo.
No obstante, el Padre y la Madre celestiales han restaurado la verdad del Día de Reposo para vestirnos de santidad a sus hijos. Esto es porque podemos entrar en el santo reino de Dios solo al estar vestidos de santidad. Hasta ahora Satanás está obstaculizando y difamando a la verdadera iglesia que guarda el Día de Reposo, por todos los medios posibles. No obstante, la obra de redención de Dios nunca se detiene. Satanás tiene la meta de hacer que caiga un alma más, pero es la voluntad de Dios salvar a todas las almas, sin perder ni una sola.
“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.” Ga 1:6-10
Los apóstoles advirtieron que si alguno predica un evangelio diferente, será maldito, y también nos dice que hagamos lo que le complace a Dios y no lo que agrada al hombre del mundo. Satanás siempre dice palabras dulces y astutas, pero todo lo que no es la enseñanza de Cristo no puede guiarnos a la salvación. Por esta razón, nunca debemos seguir las enseñanzas de Satanás, quien trata de cambiar los tiempos y la ley de Dios.
Satanás trata de abolir el Día de Reposo cambiando los tiempos y la ley, y propagando un evangelio diferente. No obstante, la Biblia muestra la firme voluntad de Dios para el Día de Reposo.
“Los saqué de la tierra de Egipto, y los traje al desierto, y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá. Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico.” Ez 20:10-12
Dios dio a su pueblo el Día de Reposo como una ley por la cual el hombre puede vivir si la obedece, y como una señal entre Él y su pueblo, para que sepan que Él los santifica. En el Día de Reposo, desde el cielo Dios derrama bendiciones espirituales sobre sus hijos, y limpia sus almas de todas las impurezas de este mundo. Esa es la razón por la que Dios nos dice que guardemos el Día de Reposo. Mediante el Día de Reposo, Dios ha preparado un camino de vida para nosotros, para santificarnos, para bendecirnos y para guiarnos a la paz y el reposo eternos.
Entonces, ¿qué sucede con los que no guardan el Día de Reposo?
“Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis días de reposo apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos.” Ez 22:26
¿Quiénes son los que están violando la ley de Dios? Son los que rinden culto el domingo, y no el Día de Reposo. Hoy en día muchas personas están cometiendo actos irreverentes de profanar a Dios en lugar de darle gloria, sin hacer diferencia entre lo santo y lo profano. Estando atados a la cadena de la violación de la ley, no logran acercarse a la gracia del Día de Reposo, por eso no pueden ver nada, ni a Dios Padre ni a Dios Madre, ni el reino de los cielos, ni la salvación ni la vida eterna.
Ya que Satanás conocía muy bien todo esto, cambió los tiempos y la ley. Después trató de racionalizar la observancia del domingo, diciendo que el Día de Reposo en el Antiguo Testamento era el sábado, pero que fue cambiado al domingo en el Nuevo Testamento porque Jesús resucitó el domingo y porque el descenso del Espíritu Santo en el Día de Pentecostés también ocurrió el domingo. Sin embargo, el Día de Resurrección y el Día de Pentecostés, que son fiestas anuales, y el Día de Reposo que es una fiesta semanal, tienen su propio significado y bendiciones distintas, por lo tanto, deben ser cumplidos por separado. Ninguna ley que sea un cambio de la ley de Dios puede ser la verdad de Dios, por más convincente que sea la excusa de Satanás.
Veamos qué camino han de seguir los que abandonan el Día de Reposo y profanan a Dios.
“y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios. Mas los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá; profanaron mis días de reposo. […] porque no pusieron por obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis días de reposo, y tras los ídolos de sus padres se les fueron los ojos. Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir.” Ez 20:20-25
A los que se volvieron de sus Días de Reposo y no lo guardaron, Dios les dio leyes por las cuales no podrían vivir. Esa es la razón por la cual hoy en día hay numerosas personas como la arena del mar que guardan el domingo aunque dicen creer en Dios.
En el libro de Ezequiel, veamos otra profecía acerca de los que no guardan el Día de Reposo.
“Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente. Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? […] Pues también yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré.” Ez 8:16-18
Aquí podemos ver la escena en que las personas adoran al dios sol en el templo de Dios. ¿A qué se refiere esta profecía? El domingo y la Navidad son festivales del dios sol, los cuales provienen de la adoración al dios sol. Actualmente, hay numerosas iglesias en la tierra que tienen las doctrinas de la adoración al dios sol, diciendo que creen en Dios; sin embargo, el día de adoración a Dios es el Día de Reposo.
Dios ha señalado el Día de Reposo como un día en que su pueblo puede vestirse de santidad. El Día de Reposo también es un día en que recibimos bendiciones del cielo. Por lo tanto, no descuidemos jamás el Día de Reposo, sino guardémoslo, anhelando las bendiciones espirituales divinas que el Padre y la Madre nos dan mediante el Día de Reposo. Y ese día pidámosles hasta la saciedad todas sus bendiciones y disfrutemos de ellas.
¿Sabía usted que estamos en un auto corriendo a 100 000 kilómetros por hora todos los días? Normalmente los autos corren por la carretera a 100 kilómetros por hora, y la velocidad promedio de un avión es de 800 a 1000 kilómetros por hora. No obstante, vivimos en la Tierra que se mueve alrededor del Sol a la velocidad de 100 000 kilómetros por hora. La Tierra se mueve con tan alta velocidad, pero no podemos sentirla, y no la consideramos como un milagro.
Dios nos muestra este milagro todos los días. Lo mismo sucede con las bendiciones que Dios nos da todos los Días de Reposo. Dios nos concede bendiciones ilimitadas como nos ha prometido, pero nosotros no podemos sentirlas completamente.
Pensemos en el maná que Dios hacía llover sobre los israelitas todos los días en el desierto. Al principio, su sabor les parecía como de hojuelas con miel, pero al comerlo durante cuarenta años, este maná se hizo un pan liviano para ellos. El Día de Reposo no debe ser así. Siempre debemos dar gracias a Dios por santificarnos y por darnos las bendiciones espirituales del cielo y el reposo eterno por medio del Día de Reposo, en lugar de pasar por alto la gracia de Dios y aceptarla descuidadamente.
Hoy también examinémonos: viajando en el auto a 100 000 kilómetros por hora, ¿sentimos la velocidad mientras vivimos en la tierra? ¿O se siente como si estuviéramos en un auto viajando lentamente a menos de 1 kilómetro por hora? Cuando sintamos esta bendición, esperaremos con emoción y expectativa las preciosas bendiciones que Dios nos concede cada Día de Reposo, y si tenemos tal fe, ciertamente recibiremos muchas bendiciones según cuanto creamos.
Para Dios Padre, Dios Madre y sus hijos, el Día de Reposo es un día bendito y alegre, y también es un día santo en el que se reúnen los miembros de la familia celestial. La providencia del Padre y de la Madre celestiales se está cumpliendo a través del Día de Reposo incluso en este momento. Todos los Días de Reposo, Dios Elohim nos limpia de nuestros pecados e iniquidades y nos cría para llegar a ser hijos dignos, a fin de que entremos sin falta en el reino de los cielos, aunque es invisible para nosotros.
Dando gracias al Padre y a la Madre celestiales por darnos el precioso Día de Reposo, todos participemos en la salvación celestial obedeciendo siempre la voluntad de Dios, apreciando en nuestros corazones la felicidad y la alegría de vivir en las bendiciones del Día de Reposo. Además, invitemos a muchas personas de nuestro alrededor, que aún no conocen la importancia del Día de Reposo o la voluntad de Dios, a que vengan a guardar el Día de Reposo, que Dios Elohim estableció y escribió con sus propias manos, a fin de que ellos también reciban la salvación y entren en el reposo eterno del cielo.