ASEZ, el Grupo de Universitarios Voluntarios de la Iglesia de Dios, participa en los esfuerzos de recuperación de los incendios forestales en la República de Sudáfrica

Extendiendo una mano de ayuda a la Universidad de Ciudad del Cabo

Sudáfrica

abril 29, 2021 445 Vistas

Los miembros de ASEZ en Ciudad del Cabo, República de Sudáfrica, realizaron esfuerzos de recuperación tras los incendios forestales.

El 18 de abril, estalló un incendio en Table Mountain, en la República de Sudáfrica, una de las siete maravillas naturales del mundo. El fuego se apagó en cuatro días en medio de fuertes vientos, pero se quemaron 600 hectáreas de bosque y se dañaron once estructuras cercanas, incluidos seis edificios de la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT).

Los miembros de la Iglesia de Dios, que participaron en el trabajo de recuperación tras el incendio forestal de la biblioteca de la UCT, en una larga fila sacan cajas llenas de material.

El 29 de abril, cuando la extinción de los incendios se completó en cierta medida, los miembros de ASEZ participaron en los esfuerzos de recuperación de la biblioteca dañada, por solicitud de la Universidad de Ciudad del Cabo. La biblioteca se estableció hace unos 200 años y alberga más de 70 000 artículos de investigación de todo el continente africano, miles de materiales de vídeo, publicaciones gubernamentales de varios países y manuscritos conservados para digitalización. Además, había artículos raros que se publicaron en el siglo xɪx y principios del xx, por lo que era urgente buscar esos materiales y trasladarlos a un lugar seguro.

Los miembros de la Iglesia de Dios se toman una foto conmemorativa con los funcionarios de la universidad después de los esfuerzos de recuperación en la UCT, cuyas bibliotecas y edificios se quemaron en el incendio forestal de Table Mountain, República de Sudáfrica.

Siguiendo las normas sanitarias por la COVID-19, los miembros de ASEZ y de la iglesia se alinearon en una larga fila desde el sótano de la biblioteca hasta la planta baja para sacar las cajas llenas de materiales durante todo un día de 8 a. m. a 6 p. m.

El hermano Nkanyiso Trevor Masombuka, estudiante de posgrado de esta universidad, dijo: “Aunque el edificio regrese, el material no regresará. Es desgarrador. Por ello, participé en el servicio voluntario para ayudar a mi universidad”. La bibliotecaria principal, Mandy Noble, expresó su gratitud: “Se quedaron todo el día e hicieron un trabajo increíble para ayudarnos cuando estábamos desesperados por recibir ayuda. En particular, limpiaron una de nuestras tiendas en el sótano y eso ayudó mucho”. La conservadora del museo, Nancy Child Iziko, manifestó: “Realmente lo aprecio y las bibliotecas de la UCT también agradecen su ayuda. Su alegría y espíritu positivo nos han hecho muy felices”.