El sonido afecta sus emociones. Los sonidos agradables para los oídos, como los de la naturaleza, le permiten relajarse, mientras que las bocinas de los autos y los ruidos mecánicos provocan que frunza el ceño y aumente su estrés.
Lo mismo ocurre con las voces humanas. La risa, el canto y los cumplidos hacen que la otra persona se sienta bien, mientras que la voz enojada, las palabras irritantes y las quejas incomodan al oyente. Entonces, ¿por qué no sube el volumen cuando dice palabras agradables de escuchar y que tienen un efecto positivo en los demás, y baja el volumen cuando se trata de palabras fuertes cargadas de sentimientos negativos?
Un refrán dice: “La felicidad se asoma a la casa llena de risas, y la desgracia se asoma a la casa con gritos de rabia”. Este mes, ajuste el volumen de su voz correctamente para invitar a la felicidad a su hogar.
- Consejos
- Levante la voz
- al saludar.
- cuando se ría de una historia divertida de su familia.
- al expresar gratitud, ánimo o elogios.
- Baje la voz
- cuando las opiniones entren en conflicto.
- cuando la otra persona hable fuerte.
- al disciplinar a su hijo.
- Cree gestos de subir y bajar el volumen
- Hable cuando la otra persona haga un gesto de subir el volumen.
- Baje la voz cuando la otra persona haga un gesto de bajar el volumen.
- Modo silencioso para resentimientos y quejas.