“Señor, felicidades por su jubilación. Hasta ahora solo había escrito por la noche. Como ya puede escribir de día, sus obras brillarán más.”
“Como ahora puede ver la luz del sol mientras escribe, definitivamente brillarán más que cuando escribía viendo solo la luz de las estrellas. ¡Ja, ja!”
El escritor inglés Charles Lamb (1775-1834) se retiró de la compañía en la que había trabajado 33 años, y recibió felicitaciones de sus colegas. Debido a las dificultades financieras de su familia, tuvo que trabajar como contador mientras escribía en su tiempo libre, soñando con el día en que pudiera concentrarse en escribir. No tenía mucho tiempo para leer libros o escribir, porque pasaba la mayor parte del día trabajando. Finalmente, Charles Lamb pudo hacer todo lo que quería con libertad. Sin embargo, tres años más tarde, escribió esto en una carta a uno de sus antiguos colegas.
“Es mucho más angustioso ser libre que trabajar ocupado. Ahora me he dado cuenta de que se me ocurren buenas ideas mientras estoy ocupado. Por favor, guarda mis palabras en tu corazón y ten días ocupados y gratificantes.”
Podría pensar que puede hacer más cosas si tiene más tiempo, pero no siempre es cierto. Y lo que le hace vivir ocupado en realidad podría apoyar su vida.