El corazón más hermoso, un compromiso con la vida
Después de visitar a los bomberos voluntarios
Wilson Zelaya Rubio, desde Lima II, Perú
Hace algunos meses, los miembros de la iglesia de Chorillos, Lima II, Perú, hicimos un donativo de víveres para los bomberos voluntarios del Perú, que incluía fideos, sacos de arroz, azúcar, aceite, botellas de agua, etc. Cuando les preguntamos qué víveres necesitaban, ellos muy contentos dijeron: “Nos gustan los fideos, porque son muy fáciles de cocinar”. Estuvieron muy contentos con los donativos, y agradecieron mucho a Dios Elohim. La razón de donar estos víveres es por las carencias que vive el cuerpo general de bomberos voluntarios, ya que ninguno de ellos recibe un salario.
Teníamos conocimiento de esa realidad, sin embargo, al visitar un parque de bomberos y al hacer el donativo directamente en él, lo pudimos sentir notoriamente. La mayoría de los implementos que tenían, eran muy antiguos, vehículos obsoletos, sus uniformes descoloridos y muy gastados reflejando sus trabajos arduos y sacrificados. Y en sus rostros reflejaban las batallas que habían combatido contra las situaciones difíciles en accidentes, en incendios, contra la muerte, poniendo en riesgo sus propias vidas todos los días. Todos quedamos mucho más conmovidos.
Me pregunté: “¿Qué es lo que los motiva a trabajar a pesar de las carencias?” Entendí que solo era su deseo altruista y abnegado por el prójimo. El cuerpo general de los bomberos voluntarios está constituido por personas que tienen la mentalidad de ayudar. En su vida diaria fuera de su trabajo como bomberos, ellos utilizan su poco tiempo para trabajar o estudiar. Por ende, sacrifican sus vidas para hacer la labor que tanto aman y aprecian, que es la de salvar vidas.
Al ver todo esto, reflexionamos sobre la mentalidad y la actitud que debemos tener en la vida del evangelio. Nuestro Dios Elohim ha enseñado que los nombres de los obreros del evangelio están escritos en el libro de la vida del cielo; ellos siempre se esfuerzan por salvar las almas que están en peligro para brindarles las medicinas espirituales con la atención rápida ante un problema, y siempre ponen como primordial y principal la obra más preciosa, que es salvar almas.
Escuché que los bomberos siempre reciben “llamadas falsas”; a pesar de eso, acuden a esos lugares, van con todos sus implementos equipados, siempre preparados, pero se dan con la sorpresa de que todo fue producto de una falsa alarma. Pero nunca se desalientan. De igual manera, los obreros del evangelio no se desalientan por diversas situaciones en la predicación del evangelio, porque hay almas que están esperando la medicina espiritual.
Agradezcamos al Padre y a la Madre celestiales por habernos otorgado un corazón generoso y amoroso, y por haber sido llamados por Dios, para cumplir esta misión tan agradable de ayudar a nuestro prójimo, para que ellos sean guiados por el Padre y la Madre celestiales para la salvación.