Permítame enseñarle un juego interesante. Dibuje cuatro líneas rectas sin alzar la mano e intente conectar los nueve puntos de abajo.
¿Pudo hacerlo?
Aquí está la respuesta para los que no tienen ni la menor idea de cómo resolverlo. Suponiendo que ha numerado del ① al ⑨ en orden desde el comienzo de la primera línea hasta el final de la línea inferior, primero conecte los números ①, ④ y ⑦. En este punto, no detenga la línea en el número ⑦, sino dibuje una línea del tamaño de la distancia entre ④ y ⑦. Luego, dibuje una línea diagonal a través de los números ⑧ y ⑥. Aquí nuevamente, no se detenga en el número ⑥ sino continúe dibujando hacia el lado derecho del número ③. Luego, dibuje otra línea siguiendo el orden de los números ③, ② y ①, y finalmente los números ⑤ y ⑨.
Después de saber la respuesta, es fácil, ¿no es así? Pero ¿por qué fue tan difícil al principio? Quizá debido a un estereotipo. Podríamos haber pensado inconscientemente que las líneas no debían pasar los puntos fuera del área, lo cual es un estereotipo.
Si rompe su estereotipo y expande sus horizontes, a veces puede resolver problemas fácilmente. ¿No será igual en nuestra vida cuando estamos atravesando muchos problemas por resolver?