
Con el cambio de estación, la ropa fuera de temporada se guarda en el armario, y se saca la que se guardó en él. Al organizar las prendas, es posible que descubra que aquellas que no se ha puesto durante un par de años, ahora no le queden, que las guardó por mucho tiempo pues fueron muy costosas y no quiso tirarlas, o que no encontró las que tanto ansiaba ponerse.
Marie Kondo, una consultora de organización, afirma que el primer paso para ordenar es desechar. En lugar de buscar lo que debe tirar, escoja lo que más necesite. Pero el verdadero problema es decidir lo que va a guardar o tirar. Ella dice que cuando le resulte difícil decidirse, se pregunte: “¿Esto me causa alegría?”. Si un objeto le causa alegría, será necesario. Añade que si desecha las cosas que ya no le causan alegría, puede descubrir lo que realmente desea hacer y qué clase de tarea hace que su corazón palpite. Las cosas que una persona tiene, muestran con exactitud qué elección ha hecho o en qué está interesado.
Ordenar no es solo tener la casa limpia sino también iluminar su vida. Si está de acuerdo con esto, ponga manos a la obra ahora mismo y organice las cosas amontonadas en cada rincón de su casa, tarareando una canción alegremente.