
Hace poco, mi madre se inscribió en el seguro de renta vitalicia con mi nombre. Como aún no cumplo los 30 años, no estaba contento con la inscripción del seguro de renta vitalicia que no puedo recibir hasta tener 60 años de edad.
—Estas cosas deben prepararse de antemano —dijo mi madre.
Honestamente, cuando llegue a la edad suficiente para estar cubierto por ese seguro, quizá mi madre no esté en este mundo. Entonces le pregunté cuidadosamente.
—Mamá, ¿necesita cuidarme incluso después de dejar este mundo?
—Así es una madre.
Se me partió el corazón. Una madre ama y cuida a sus hijos incluso más allá de su vida.
¿Cómo un hijo podrá tener una plena comprensión del amor que trasciende la vida? Sentí profundamente el amor de la Madre, quien se preocupa por la eterna felicidad y paz de sus hijos.