Administre las finanzas del hogar a través de la comunicación

La felicidad no depende de la cantidad de bienes e ingresos. Viene de los correctos hábitos de consumo de acuerdo con las circunstancias del hogar.

19,294 visualizaciones

Es la era del consumismo. En las teletiendas, estimulan el deseo de consumir de los clientes con anuncios como “oferta limitada” o “casi agotado”. Solo necesitan un clic para que su compra sea enviada a casa. La gente dice que necesita al menos tomar una taza de café para llevar, que cuesta más que una comida. No pueden evitar gastar, ya que hay mucha tentación de consumir adondequiera que vayan.

Pero no podemos tener todo lo que queremos tener, ni comer todo lo que queremos comer. Aunque satisfagan por completo su deseo de consumir, esto no necesariamente les garantiza una vida feliz. Si desean alcanzar la felicidad, que es la máxima meta de la vida, es más importante manejar su familia sin derrochar dinero. Es porque los conflictos entre los miembros de la familia causados por diferentes comportamientos en las finanzas o dificultades causadas por el derroche o la bancarrota, hacen que la felicidad se vaya de la familia.

Hay una mayor probabilidad de que tales situaciones ocurran si la familia carece de comunicación, o si solo na persona se encarga de las finanzas arbitrariamente sin hacerles saber a otros miembros de la familia. Cuando la familia entera tiene confianza entre sí y comparten la información sobre cómo está la situación financiera del hogar y cuánto planean gastar, entonces podrán lograr la estabilidad económica, y el espíritu familiar de que están en el mismo barco se hará más fuerte.

Una conversación es la forma de reducir las peleas por dinero

Un sitio web de empleos encuestó a 278 trabajadores casados acerca de las razones de las peleas domésticas. Los problemas económicos (25,5 %) fueron seleccionados como la razón n.º 1. Cuando las parejas discuten, mayormente lo hacen por dinero; no porque no tengan suficientes ingresos, sino porque sus perspectivas financieras son diferentes. Por ejemplo, si al esposo le gusta ahorrar dinero, pero a la esposa le gusta gastar, él se molestará cada vez que vea algo que su esposa compró, y la esposa se sentirá mal por la reacción de su esposo. Cuando hay una pelea debido a la diferencia de perspectiva económica, necesitan respetar las experiencias de cada uno y la personalidad del otro en lugar de culparse entre sí, y tratar de llegar a un arreglo por medio de conversaciones y esfuerzos.

Quienquiera que pueda administrar mejor el dinero puede encargarse de la economía familiar. Sin embargo, simplemente porque uno esté a cargo de la economía familiar o porque gane (más) dinero, no debe ejercer poder sobre el otro. Quien esté a cargo de la economía familiar debe hacer saber al cónyuge los detalles regularmente. Cuando tengan que gastar una gran cantidad de dinero o necesiten comprar un artículo muy costoso, deben discutirlo juntos. Las peleas siempre ocurren cuando se necesita gastar dinero inesperadamente, tales como gastos de eventos familiares, gastos médicos, días festivos, etc. Por lo tanto, si el esposo y la esposa discuten sobre estos asuntos por anticipado y ahorran dinero, podrán prepararse para los gastos repentinos. También pueden discutir sobre lo que gastan mayormente y cómo reducir los gastos, y tratar de hacer un plan para esos gastos. Si resuelven los problemas económicos mediante suficientes conversaciones, también podrán lograr una armoniosa comunicación familiar.

¿Qué tal si discuten la situación, suponiendo que la economía familiar se torne difícil debido a un imprevisto? Pueden hablar sobre sus experiencias en sus últimas dificultades económicas. También es útil que vayan juntos a hacer las compras para entender los precios del mercado. Es bueno conversar sobre la situación de la economía familiar y de los problemas financieros, pero es mejor posponerlo si uno de ustedes está sensible.

Construyendo el sentido de la economía desde la infancia

Cuando un niño cumple los tres o cuatro años de edad, sabe que el dinero es un medio para comprar cosas. El sentido de la economía de un niño necesita construirse correctamente desde la infancia. El sentido de la economía está estrechamente relacionado con la personalidad. El hábito de ser moderado y discreto refuerza la capacidad de adaptación. Sin embargo, si un niño se acostumbra a poseer todo lo que quiere, le resulta difícil soportar incluso pequeñas dificultades. Todos los padres desean que sus hijos disfruten de una vida abundante aunque ellos mismos podrían comer y gastar menos. Sin embargo, si ese deseo es excesivo, puede causar una manera distorsionada de expresar el amor, y puede tener una mala influencia en formar la sana conciencia de consumo de sus hijos.

Un niño aprende inconscientemente todas las obras de sus padres. Si ellos aprecian demasiado el dinero, su hijo considerará el dinero como lo más valioso. Y si los padres juzgan a otras personas por cuánto dinero tienen y lo utilizan como un arma invisible, entonces su hijo también hará lo mismo sin darse cuenta. Los padres deben hacerle saber a su hijo que el dinero no es algo que se pueda conseguir con solo abrir la billetera, sino que es el resultado del duro trabajo de sus padres. También tienen que hacerle saber con detalle que las personas no pueden poseer todo lo que quieren, y cómo distinguir entre lo que quieren y lo que necesitan, y que deben ser responsables de lo que gastan. También tienen que mostrarle un ejemplo de conversar y tomar decisiones razonables.

Cuando su hijo los importuna para que le compren algo que quiere tener, es necesario entender su deseo de tenerlo y ayudarle a comprender por qué no pueden comprárselo, en vez de solo decir que no. Traten de conversar con él, preguntándole: “¿Este auto de juguete es diferente del que tienes?”, “Si compras esto, no podré comprarte la otra cosa que quieres”, y establezcan un principio de no comprar ningún otro objeto excepto los que están en la lista, y muéstrenle un ejemplo de seguir ese principio. Siempre tengan en cuenta que la compra es un acto requerido por las necesidades, y no un medio de compensación.

No piensen que su hijo no necesita saber la situación económica de la familia porque ustedes la administran. Es mejor compartir un panorama general de la situación económica de la familia. Esto ayudará a su hijo a pensar en la familia en lugar de su deseo, y también a tener un sentido de pertenencia.

Fortalezca la economía familiar con el hábito del consumo austero

Algo con lo que debe tener cuidado a la hora de consumir, es el consumo excesivo y la compra por impulso. El consumo excesivo no se refiere simplemente a la compra de una cartera de marca o un automóvil de lujo. Es sobrepasar el límite de consumo o gastar dinero en cosas innecesarias, de modo que después no tiene suficiente dinero cuando es necesario. Una persona inteligente sabe cómo gastar sabiamente el dinero ganado como resultado de su trabajo. Se requiere esfuerzo y paciencia para tener el hábito del consumo austero, adecuado para la economía familiar, pero se sentirán felices de su proceso y resultado.

Cómo hacer el consumo austero
1. Lleve un libro contable del hogar
Si siempre registra en el libro contable del hogar, podrá hacer un seguimiento de su economía familiar, y ver en qué se malgasta el dinero. Si no puede acostumbrarse a registrar, también puede utilizar una aplicación práctica en su teléfono móvil.
2. Pague en efectivo
Una tarjeta de crédito provoca consumo excesivo porque los gastos no se notan de inmediato. Y si los padres utilizan una tarjeta de crédito con mucha frecuencia, el niño podría malinterpretar que pueden gastar dinero sin límites. Por lo tanto, es mejor mostrarles el ejemplo de pagar en efectivo y recibir el cambio.
3. No compre algo solo porque es barato
Si compra algo solo porque es barato aunque no lo necesita ni ha planeado comprarlo, podría arrepentirse después. No permita que anuncios como: “Compre uno, y lleve uno gratis”, lo tienten a comprar. Piense primero en si realmente lo necesita.
4. Compruebe antes de abrir la billetera
Compruebe si lo puede comprar más barato, si hay alguna cosa en la casa que se pueda usar en su lugar, si realmente lo necesita ya que ha vivido sin eso y sin muchos inconvenientes, y si realmente puede comprarlo con su presupuesto.
5. Reduzca al mínimo las veces y el tiempo de ir de compras
Cuando vaya al supermercado, haga una lista de los artículos que necesita comprar, y compre solamente los artículos de la lista. Si no tiene ningún plan de comprar, trate de no ver las teletiendas o tiendas en línea. Por otra parte, no considere el centro comercial como un lugar de pícnic familiar.
6. Compre solamente lo que necesita
Podría pensar que es más razonable comprar una gran cantidad porque es más barato de esa manera, pero si tiene mucho, no tratará de ahorrarlo, y también podría expirar, lo cual puede resultar en un consumo excesivo.
7. No siga la moda
Si compra ropa siguiendo la moda, no dura mucho tiempo. Al comprar ropa, piense en cuánto va a usarla, y trate de encontrar el estilo que se adapte bien a usted, en lugar de la moda.

A menudo vemos gente que pierde a una persona valiosa por ser demasiado codiciosa de dinero o por gastarlo de manera ineficiente. No hay duda de que el dinero nos hace la vida cómoda. Sin embargo, se debe utilizar de acuerdo con la necesidad, de acuerdo con la economía familiar, y usted no debe ser controlado por él. La mejor manera de no ser controlado por el dinero es contentarse con todo y agradecer en todas las cosas. No se queje de su cónyuge por no ganar mucho dinero. Si no tiene mucha comida, esté agradecido de que todavía tiene algo para comer. Si no tiene un automóvil, siéntase agradecido de poder mantenerse saludable caminando. Entonces, su familia estará llena de felicidad y sus finanzas se administrarán bien.