A menudo oímos decir: “Felicidad pequeña pero segura”. Se refiere a la pequeña felicidad que sentimos en nuestra vida cotidiana. El Instituto de Investigación de Tendencia del Consumidor de la Universidad Nacional de Seúl, eligió la “felicidad pequeña pero segura” como una de las diez mejores tendencias de consumo en Corea en 2018.
“La felicidad pequeña pero segura” comenzó a ponerse de moda al hablarse de la satisfacción que tenía un famoso escritor japonés cuando cortaba el pan recién horneado con las manos para comer o cuando veía su ropa bien organizada en los cajones. El mensaje del escritor fue: “Disfrutemos de esta pequeña felicidad en la vida diaria porque la felicidad no necesita ser grande”, lo cual ha suscitado una gran simpatía hacia la gente moderna que cada vez sonríe menos.
La felicidad es una de las palabras que los hijos de Dios suelen pronunciar. Dado que recibimos la gran felicidad, la salvación, es muy natural que sintamos satisfacción y alegría en lugar de insatisfacción en cada ocasión. No hay nadie que quiera perder su propia felicidad. Es por ello que todos luchan por mantener su felicidad. Nosotros también necesitamos algunos esfuerzos por mantener la felicidad que tenemos hoy. Es guardar preciosamente los decretos que Dios nos concedió para que tengamos prosperidad.
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?”Dt. 10:12-13